Minuto 50 del clásico nacional. Juan Bustos Golobio comete una falta dentro del área sobre Ariel Lassiter y Juan Gabriel Calderón pita la pena máxima.
Él toma la pelota y la pone en el manchón blanco, algo que a Hernán Torres no le hizo gracia, porque en la lista de lanzadores estaban Alex López, Anthony López, Kenner Gutiérrez y Allen Guevara, que son los que más los practican.
Lassiter, que venía de marcar el gol con el que Liga Deportiva Alajuelense venció a Grecia, tuvo la valentía de asumir la responsabilidad de echarse esa presión encima. Cobró la falta y pegó la bola en el palo. Le tocó a él, como le pudo pasar a cualquier otro, pero pasó de héroe a villano con una decisión y un remate que no fue el óptimo.
“Yo pedí el penal. Yo sé que es un partido muy importante y venía con mucha confianza de los últimos partidos. Yo agarré la bola e hice lo mío. Así pasan las cosas a veces, Dios sabe por qué hace todo y nada más voy a seguir adelante”, manifestó un afligido Lassiter, quien fue el último jugador en salir del vestuario rojinegro tras el clásico que terminó 1-1.
Para él prácticamente no hubo reproches. En realidad, la reprimenda por parte de Hernán Torres fue en el propio partido y los regaños se los llevaron Alex López y Anthony López por no ir a decirle a Lassiter que alguno de ellos se encargaba de cobrar esa pena máxima.
Quizás, si ellos le hablaban a Lassiter, todos hubiesen tenido que ver hacia el banquillo para saber qué decidía el entrenador.
Mientras daba declaraciones, el futbolista de 24 años intentaba encontrar consuelo en sus propias palabras.
“Eso le pasa a cualquier jugador del mundo y le pido perdón a la afición, a los compañeros y al cuerpo técnico, es algo muy difícil, pero el León aún tiene vida y hay que seguir adelante, voy a seguir trabajando y con la cabeza arriba y adelante”, indicó.
Tampoco fue que el hijo de Roy Lassiter estuviera indeciso a la hora de pararse frente a Kevin Briceño para lanzar el penalti.
“Yo no cambié nada, sabía lo que quería hacer y no me salió. Barlon metió ese gol y es lo que hace el compañero, respaldarlo a uno”, citó.
Además, dijo: “Siempre practico los penales y hay penaleros en el equipo. Lo que pasó es que en el partido me sentí bien, me sentí con bastante confianza y por eso agarré la bola. Yo lo pedí, yo fui el que lo tiré y no pasa nada, tengo que seguirme esforzando, seguir luchando, seguir jugando bien y voy a seguir adelante para sacar los tres puntos en el próximo partido”.
El rostro de desazón, angustia y lamento que tenía Lassiter apenas se llevó las manos a la cabeza cuando erró ese penal —tan determinante como la falta innecesaria de Henry Figueroa contra Johan Venegas que significó el tiro libre que Marvin Angulo tradujo en gol—, era la cara de tristeza con la que Lassiter llegó a la zona mixta para brindar declaraciones.
“Duele, porque yo siempre quiero marcar diferencia, quiero meter un gol, quiero ayudar al equipo y no me tocó, pero aún faltan unas fechas y esto aún no se ha terminado. Es muy feo fallar el penal, pero voy a seguir con la cara para arriba”, reseñó.