Un grupo de fanáticos del Puntarenas FC golpeó al trío arbitral que tuvo a su cargo el compromiso de este domingo entre el cuadro local y el Barrio México, por los cuartos de final de la Liga de Ascenso.
Al final del partido, que se definió a favor de los mexicanistas en tiempo extra 3-5, el réferi central Josué Ugalde, junto a sus líneas Juan Carlos Sánchez y Luis Granados, fueron perseguidos hasta el camerino.
Precisamente antes de ingresar al recinto, Ugalde recibió una patada de uno de los seguidores del cuadro porteño. Además, un segundo fanático se metió al pequeño cubículo en el que habría agredido a los silbateros.
Ricardo Cerdas, presidente de la Comisión de Arbitraje, comentó que estaba al tanto de la situación e incluso llamó a los árbitros para conocer su actual condición.
"Hablé con ellos cuando estaban en el camerino y de allí los trasladó la Fuerza Pública al hospital Monseñor Sanabria de Puntarenas, donde a Josué (Ugalde) tuvieron que suturarlo en la boca por un fuerte golpe, mientras a José Sánchez le realizaron unas placas por un golpe en uno de sus brazos y conocer el alcance de sus heridas. El único que salió ileso fue Luis Granados", comentó Cerdas.
"Ya tenemos identificados a los agresores y tomaremos las medidas correspondientes. Vamos a proceder una vez que nos den el parte médico de los compañeros porque una situación como está no la podemos dejar pasar".
El presidente de la Comisión de Arbitraje comentó que para los partidos de ida de los cuartos de final se nombró a árbitros de experiencia en la Primera División, como fue el caso de Ugalde en Puntarenas, Pedro Navarro en el duelo de Sporting San José-As Puma, Keylor Herrera en el de Grecia-Uruguay y David Gómez estuvo a cargo de Jicaral-Escazuceña, con el fin de asegurar el mejor trabajo posible.