El arbitraje es una de sus grandes pasiones, pero impartir clases está prácticamente al mismo nivel para el referi Pedro Navarro, quien en época del nuevo coronavirus se motiva dando lecciones virtuales en la Universidad de Costa Rica.
El reto de ser profesor en línea es una de las formas en las que Navarro logra salirse de la rutina actual y así combate la ansiedad que genera el aislamiento. Aunque no ha sido fácil adaptarse a impartir contabilidad, mercadeo y finanzas a nivel remoto, logró romper algunas barreras sobre este tipo de enseñanza junto con sus sus alumnos, según dijo.
Pedro, acostumbrado a impartir justicia en el terreno de juego, es egresado de la UCR, cuenta con una licenciatura en Contabilidad Pública, una maestría en Mercadeo Internacional y está por concluir la licenciatura en Derecho. Además, labora en el recinto académico, donde tiene una jefatura en servicios generales.
Este árbitro de 42 años añora volver a estar en una cancha, pero por ahora disfruta de pasar tiempo con su esposa y dos hijas y se adapta a las nuevas exigencias.
“Las clases me mantienen ocupado, porque reviso trabajos, preparo las lecciones y elijo los ejercicios que vamos a ver. Es importante, porque estar solo en la casa y sin nada que hacer puede ser depresivo, pero por dicha he estado con actividades del trabajo académico y administrativo y esto me ayuda. Eso sí, al dar clases y explicar un tema de contabilidad, uno con solo ver la cara de los estudiantes interpreta que hay dudas, pero en lo virtual no se percibe esto. Esta es una de las limitantes, pero nos hemos llevado bien”, manifestó.
Su formación le permite no verse tan afectado a nivel económico por la covid-19. Incluso, no ha tenido reducciones de jornada en el rol administrativo que también desempeña en la U.
Por ahora efectúa teletrabajo y sale lo mínimo posible de su casa, para evitar cualquier riesgo.
“En mi caso la afectación no ha sido mucha. Trabajo en la parte administrativa de la Universidad de Costa Rica y también doy lecciones. En el rol administrativo he estado en teletrabajo y solo he tenido que visitar la oficina en pocas ocasiones. Con las lecciones, he mantenido el contacto con los estudiantes a nivel virtual, les envío trabajos y usamos la plataforma de la UCR. En lo financiero no me he visto tan afectado como otros compañeros”, indicó.
Navarro se ejercita en su casa para no perder la base física y suele salir a correr solo cerca de donde vive; sin embargo, reconoce que es complejo mantenerse al no poder ir a un gimnasio o tener las condiciones necesarias para entrenarse en casa.
Pedro está dispuesto a volver a dirigir en el momento en el que el Ministerio de Salud autorice la reanudación del campeonato, pero para él es clave que se cumpla un protocolo muy estricto y que también se le dé espacio a los árbitros para una especie de mini pretemporada.
“La preparación física no es la misma, principalmente lo que se refiere a gimnasio. Uno puede tener algunas pesas y equipo, pero no se cuenta con el dinero para equiparse como si fuera un gimnasio. Si se mantienen todos los protocolos, estaría dispuesto a dirigir, aunque en mi casa no me hacen buena cara. Sin embargo, sería bueno que al menos al inicio se hagan pruebas de la covid-19 para todos los que participamos en el fútbol, así podríamos saber que nadie está infectado y se mantendría un cuido exhaustivo de todos”, finalizó.
Este lunes el Gobierno de Costa Rica anunciará las nuevas medidas para volver de a poco con ciertas actividades y los involucrados en el fútbol nacional esperan atentos si se tendrá la autorización para que la pelota ruede de nuevo.