Desamparados
Cada vez que María Flores está frente al espejo, una cicatriz en el costado izquierdo de la nariz le recuerda uno de los momentos más críticos que ha experimentado a sus 36 años.
Hace 40 días, un médico le diagnosticó cáncer de piel, enfermedad que la llevó de emergencia al quirófano y que la expuso a sufrir una amputación de una parte de la nariz.
Flores pertenece al panel de árbitros de la Federación Costarricense de Fútbol (Fedefútbol) y en diez años ha participado en diferentes ligas del país, incluida la Primera División, y juegos en el exterior. La mayoría de los partidos, según su versión, en horarios que van desde las 11 a. m. a la 1 p. m. y "muy pocos de noche".
"15 días antes de que me dijeran que tenía cáncer me tocó dirigir en Limón al mediodía bajo unas condiciones extenuantes", recordó.
Tras una década de vestir el uniforme arbitral, Flores tiene la seguridad de que el cáncer le provino de la exposición al sol a la que se sometió tanto tiempo, pese a que recalca, siempre tomó las medidas de protección necesarias.
Inclusive afirma que el doctor que atendió su caso así se lo dejó ver.
"El arbitraje me heredó un cáncer", dijo sentada en el sillón de su casa de habitación en Higuito de Desamparados y desde donde relató su historia a La Nación.
"Todo comenzó con una pequeña mancha roja en la nariz, al principio pensé que era una espinilla de esas que cuesta que sanen, pero no fue así", narró como preámbulo.
Según María, aquella pequeña mancha empezó a crecer hasta oscurecerse y llenarse de úlceras imposibles de tratar.
"Poco a poco se me empezó a abrir la herida y por más que intentaba curarme, no lo lograba. Fue ahí cuando me asusté más", contó.
Pese a que su rostro ya no era el mismo de antes, continuó con su trabajo arbitral, ocupación de la que afirma se entregaba a tiempo completo antes del quebranto de salud que marcó su rostro y su vida para siempre.
Subraya que no atendió a tiempo la lesión en su nariz por una razón básica: no disponía de seguro social para acudir a un Ebais, ya que la Fedefútbol no reporta a los silbateros ante la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS). Ellos están protegidos solo por una póliza de riesgos.
"Tampoco tenía el dinero para pagarme una cita con el dermatólogo, esa es la verdad", añadió.
Continuó: "Inmediatamente que supe el diagnóstico le informé a la Federación de Fútbol y me citaron a una reunión informal. Estaban la abogada Margarita Echeverría, Rafael Fello Vargas (secretario) y Daniel Vargas (presidente de la Comisión de Arbitraje). Me dijeron que iban a revisar que la póliza que tenía como árbitro me cubriera y qué podían averiguar, nada más. Pasaron dos días y me indicaron que la póliza no me cubría absolutamente nada y que lo que tengo no es un riesgo de trabajo, sino una cuestión accidental", relató.
De acuerdo con Flores, a partir de ahí no tuvo más contacto con alguien de la Federación, de la que dice "no hubo respaldo alguno".
En medio de la incertidumbre y la desazón, María encontró trabajo en una empresa que confecciona uniformes a empleados bancarios y gracias a que sí la aseguaron, pudo visitar a un médico de la CCSS que le advirtió las consecuencias de no tratarse a tiempo.
"El tipo de cáncer que tengo solo por cirugía se puede quitar. Si me invadía toda la nariz, tenían que amputar. Ahorita tal vez no se note mucho, pero a mí me quitaron una parte de la fosa nasal izquierda y me taparon con piel de la mejilla y de la frente", contó.
Después llegó el momento de la operación, en la CCSS la respuesta no fue imediata pues no había espacio para una nueva cita de valoración. Fue así como tomó la decisión de operarse en una clínica privada por la premura que ameritaba.
"El costo de la operación fue de $3.500 (¢1,9 millones), la verdad conseguir ese dinero fue muy difícil, nosotros (ella y el esposo) quedamos muy endeudados, pero había que hacerlo. Mis hermanos que viven y trabajan en Estados Unidos me prestaron parte de la plata y yo tuve que vender algunas cosillas de la casa para completar el monto. Me da pena contarlo, pero no puedo tapar el sol con el dedo", indicó.
La réferi no descarta emprender un proceso legal en contra de la Fedefútbol, al considerar que dicho ente no la apoyó como se debe.
"Si ellos (Fedefútbol) hubieran tenido un poquito de agradecimiento por los diez años que dirigí, no estuviera pensando en contactar a un abogado. Lo que menos necesitaba era que me dieran la espalda. Ahorita ni siquiera me han llamado para preguntar si estoy bien y qué me pasó", dijo.
De momento, Flores asegura que su prioridad está en recuperarse y sobre todo en evitar exponerse al sol, ya que el especialista le indicó que existe un 80% de probabilidad de que el cáncer reaparezca.
Daniel Vargas, presidente de Comisión de Arbitraje: 'Uno no puede atribuir que el cáncer sea producto del arbitraje'
El presidente de la Comisión de Arbitraje, Daniel Vargas, afirma que la Fedefútbol sí respaldó a María Flores y dijo que la relación arbitraje-cáncer de piel no está comprobada.
"Ese vínculo directo entre la exposición al sol, arbitraje y cáncer garantizo que no es así", respondió el dirigente, quien se refirió al caso en la siguiente entrevista cedida a La Nación.
¿Cuál es la posición de la Comisión de Arbitraje con respecto a la situación de María Flores?
Es un tema muy delicado, por lo menos la Federación la ha apoyado en lo que puede y debe. Incluso Rodolfo Villalobos (presidente) conversó con ella, lo mismo hice yo. Ella nos comentó cuál era el proceso y lo hablamos con médicos de la Federación para tener claros los alcances de la situación.
"Por lo menos en principio y ella nos los comentó, un día que estuvimos reunidos con Fello Vargas (secretario federativo) y con Margarita Echeverría (asesora legal), veía muy difícil volver al arbitraje. Uno no puede atribuir que el cáncer sea producto del arbitraje porque hay gente que surfea toda su vida, al tratarse de un deporte completamente al sol, y no pasa nada. Es un padecimiento que puede tener cualquiera".
¿Ella no tenía acceso al Seguro Social por su labor como árbitra?
No, ella no tenía seguro social por su labor de árbitra. Cuando conversamos nos indicó que trabajaba para una empresa de modas o algo así y que el esposo, creo, tenía una póliza, pero al final ellos junto con la familia decidieron recuperarla en un hospital privado para salir más rápido del asunto porque a través de la CCSS posiblemente hubiera sido más lento.
"En su momento, con un médico amigo le ofrecí que si decidían utilizar el seguro de su esposo que nos avisara para que pudiera operarse más rápido por la Caja. Eso es básicamente lo que nosotros hemos hecho".
¿Qué tan riesgoso es para un silbatero no estar cubierto por el Seguro Social?
Ellos (árbitros) tienen en este momento una póliza de accidentes que para este tipo de enfermedades no aplica porque es un padecimiento diferente. No es un accidente laboral, los árbitros en Costa Rica tienen una póliza que los cubre para sus actividades arbitrales, esto es diferente, es producto de la exposición al sol y, como dije antes, no se puede atribuir al arbitraje.
Pero ella insiste en que solo ha trabajado en el arbitraje...
No... obviamente que la exposición al sol, producto de su labor arbitral, ha influido en un padecimiento al que se llega. Imáginese que si fuera por exposición al sol todos los surfistas tendrían cáncer. No es que por ser árbitros y pitar a las 11 a. m. a todos les va a dar cáncer. Eso no es así. Al menos en Primera División ya se han tomado medidas y recomendaciones del Ministerio de Salud.
María Flores sostiene que la Fedefútbol no la apoyó, ¿es así?
Ella tendría que definir qué es apoyar, porque dentro de lo que la Federación pudo hacer, eso hizo. Tendría que decirnos cuáles eran sus pretensiones y qué esperaba de la Federación. Como dije anteriormente, nos reunimos con ella y el esposo, conversamos el tema y le ofrecimos toda la ayuda posible. Ella tenía una póliza de riesgos del trabajo y lamentablemente eso (cáncer de piel) no es un riesgo de trabajo.
Álvaro Gatgens, dermatólogo: 'Ella está muy joven para presentar cáncer de piel'
Álvaro Gatgens, vicepresidente del Colegio de Médicos y especialista en dermatología, explicó a La Nación que si bien existe una relación entre la exposición al sol y el cáncer de piel que padeció María Flores, es difícil comprobar que la dedicación al arbitraje se lo haya provocado.
"Es un cáncer que avanza muy despacio y que sí tiene relación con el sol, lo que es muy difícil es que pueda determinarse que lo contrajo por los diez años de arbitraje. Uno puede decir que probablemente estos años incidieron pero necesitaría estudios para comprobarlo", explicó.
El galeno indicó que Flores "está muy joven para presentar un cáncer de piel y tiene muchas posibilidades de repetirlo en el futuro".
Gatgens recalcó que para demostrar que el oficio de silbatera le provocó el padecimiento, ella tendría que presentar ante diferentes autoridades los documentos que le acrediten su dedicación como árbitra por una década, además las dos biopsias que le realizaron e ir a un Juzgado de Trabajo donde ella reclame una relación directa entre el cáncer y la labor que desempeñó.
"A partir de ahí se iniciarán un montón de trámites, se formará un tribunal para que le hagan un peritaje y después el camino judicial, en el que los jueces tendrían que decir sí o no. Aunque yo lo encuentro muy difícil, si ella quiere pelearlo es su derecho", dijo.
El especialista añadió: "Ella posee la ventaja de que tiene 36 años y le apareció a una edad muy temprana, los jueces podrían darle el beneficio de la duda, aunque será un camino muy empinado".
El médico indicó que para contraer cáncer de piel intervienen varios factores, entre ellos, el tipo de piel, la predisposición familiar, el sol y el no protegerse.
Sobre qué tan expuesto está un futbolista o un árbitro a sufrir cáncer de piel, subrayó que no existe un estudio que demuestre la causa-efecto para concluirlo, mas, sí dejó claro que jugar a las 11 a. m. es perjudicial.
"El partido que se jugó este domingo en Cartago es fatal. El sol de Cartago hace más daño que el sol de Puntarenas porque es una provincia que está a más altura. Aún así la gente sale un día nublado y cree que no debe protegerse, es un error muy común y peligroso", manifestó.
También aclaró que no todos los cáncer de piel tienen relación con el sol y citó como ejemplo el melanoma maligno que se presenta regularmente en plantas de los pies, palma de la mano y glúteos.
Según datos del Ministerio de Salud, correspondientes al Registro Nacional de Tumores, en el periodo de 2010 y 2014, en el país se presentaron 12.318 casos de cáncer de piel.