La sequía de títulos que atraviesa Alajuelense se tradujo en una inestabilidad sin precedentes en la planilla deportiva.
La salida de 14 jugadores que integraron el plantel erizo al comienzo del Invierno pasado es el remezón más grande experimentado por el club en los últimos seis años.
La cirugía profunda a la que se sometió la Liga viene antecedida por los 12 hombres que dejaron la institución a mitad de año para encarar el último certamen invernal.
En números absolutos, solo en el 2016, 26 futbolistas dejaron de vestir la camiseta rojinegra.
Después del semestre en que perdió la final del Verano, con el técnico Javier Delgado, el León no contó más con los servicios de Carlos Discua, Juan Pablo Vargas, Andrés Lezcano, Hernán Rivero, Osvaldo Rodríguez, Ariel Rodríguez, Jean Carlo Agüero, Jossimar Pemberton, Javier Loaiza, Kenneth Dixon, Diego Díaz y Alejandro Aguilar (estaba cedido).
Mientras que el viernes pasado la Liga prescindió de los servicios de Johnny Woodly, Lucas Gómez, Jonathan Sibaja, Rónald Mauricio Montero, Jameson Scott y Jorge Claros.
A los nombres citados se unieron José Guillermo Ortiz y José Andrés Salvatierra, además de Diego Madrigal, Juan de Dios Hernández, Harold Cummings, Alfonso Quesada, Porfirio López (lo despidieron después de la fecha 1) y Johnny Acosta (que pasó al Herediano a mitad del campeonato).
Tendencia. Si se compara la estabilidad que tenía la Liga cuando ganó cinco títulos con respecto al periodo sin galardones, es notorio que hay una tendencia a cambios radicales entre un campeonato y otro.
Entre los cinco trofeos que coleccionó bajo la guía del entrenador Óscar Macho Ramírez, el conjunto alajuelense registró solo 16 salidas en total.
Con Macho Ramírez al frente, Alajuelense se ciñó las coronas del Invierno 2010, Verano e Invierno 2011, además de los Inviernos 2012 y 2013.
Marco Vásquez, gerente rojinegro, argumentó a La Nación que tanta variante corresponde a un ciclo normal al que se someten los equipos de Primera División en la búsqueda de objetivos.
“Me parece que son procesos normales en instituciones deportivas en donde también se le quiere dar énfasis importantes a los valores de la cantera (...) Es una mezcla de la idea de renovar el club con nuestros muchachos y dar de baja a algunos jugadores que creíamos que no nos iban aportar”, explicó.
Para el extimonel erizo Javier Delgado, la necesidad de subir al podio obliga a la entidad liguista a apostar por los cambios.
El Sheriff estima que no es habitual en Alajuelense tanta variante en un periodo tan corto.
“No es normal (las variantes), pero creo que afecta mucho la presión por conseguir el título. Cada torneo que pasa incrementa todo porque el aficionado quiere el título. Están acostumbrados a celebrar y si la presión no se maneja bien, puede terminar pasando factura y reventar por cualquier lado”, advirtió el exzaguero.
Colaboraron los periodistas Cristian Brenes y José Pablo Alfaro