Redacción
La dirigencia de Alajuelense, representada por su presidente Fernando Ocampo, decidió votar por el exjerarca del club, Jorge Hidalgo, como candidato para asumir la vocalía de la Fedefútbol.
Más que un simple voto, este respaldo marca un punto de inflexión en la relación de Hidalgo con los altos mandos de la Liga. En la etapa anterior, el exdirigente tuvo marcados roces con la junta directiva que comandaba Raúl Pinto.
Pinto y compañía le cuestionaban la dureza con que criticó el manejo de las finanzas que tenía la institución y en algún momento manifestaron que muchas de las apreciaciones de Hidalgo no eran reales.
"Conmigo nunca hubo una mala administración en Alajuelense, Jorge Hidalgo está buscando siempre criticar a la presidencia y usa esa plataforma para crear buena imagen", aseguró Pinto.
Hidalgo fue crítico incluso frente a los socios, en las reuniones de junta directiva, en donde cuestionó los gastos excesivos realizados por la Liga y el peligroso rumbo financiero que estaba tomando el barco.
Esta lucha se transformó en dimes y diretes entre ambas partes, al punto de que nunca existió un apoyo de Alajuelense hacia su expresidente, cuando pretendió asumir un cargo en la Fedefútbol.
Con la llegada de Ocampo a la Liga, Hidalgo retomó la relación directa con el club.
"Para mí es un motivo de enorme satisfacción que la junta directiva y su presidente (Fernando Ocampo) encuentre motivos para darme el voto, y no como en los últimos años, que fue lo contrario, una guerra casi frontal de la anterior directiva de la Liga", apuntó Hidalgo.
"Definitivamente, el canal de comunicación es otro. Es un canal de transparencia, de diálogo, de gente inteligente que se puede sentar a conversar, con la institución en que uno se formó", agregó.