Alajuela. Adolfo Machado pateó dos veces el césped sintético, Jeaustin Campos no dejaba de hacer dibujos y borrar en su pizarra, Gabriel Badilla pedía calma con sus gestos y gritos...
Saprissa estaba descontrolado, no encontraba respuestas y pegaba muchas patadas, debido a un torbellino rojinegro que en 90 minutos lo destrozó, como hizo añicos la ventaja deportiva. El 2 a 0 más bien se quedó corto. Ya los manudos no tienen presión, ahora ellos mandan en el marcador.
La Liga fue más en actitud, en propuesta ofensiva, en fútbol vistoso..., en todo.
En el 20’, llegó el primer golpe rojinegro, cuando Ariel Rodríguez filtró un balón a la espalda de Jordan Smith. Ronald Matarrita quedó mano a mano con Danny Carvajal, remató mal, pero en el rebote se la sirvió a McDonald, quien sin marca y en el área pequeña, anotó.
Los manudos jugaban rápido sus tiros libres, no perdían tiempo y aprovechaban el hueco tibaseño: las bandas.
Por el sector derecho nació la segunda diana. Diego Calvo centró, Andrés Imperiale rechazó, nuevamente el rebote llegó a Matarrita, el zurdo centró y Jonathan volvió a castigar, en el 40’.
Machado parecía no entender por qué los atacantes morados no sostenían la pelota, a juzgar por sus gestos hacia Jeaustin Campos, mientras los manudos festejaban la conquista. El gol había caído en una pérdida de balón adelante, que tomó mal parado al equipo. “No sé” -pareció responderle el técnico con sus brazos-.
El timonel saprissista no acertó en el planteamiento, incluyó a Daniel Colindres, delantero que viene regresando de una lesión, y aunque se esforzó, no inquietó.
Cualquiera pensaría que el descanso caería como un frenazo al alto ritmo erizo, pero no fue así. Lo que sí hizo Jeaustin en el entretiempo fue intentar recomponer a los suyos.
El problema que tuvo el estratega fue que ni sus propios futbolistas le quisieron ayudar.
Las discusiones en el campo eran constantes. Ariel Rodríguez le reclamó en más de una ocasión a Deyver Vega por apostar por la individualidad al ataca.
Keilor Soto salió expulsado luego de tirar una pelota en el terreno de juego, cuando se estaba jugando con otra. El zaguero dejó a su equipo con 10 en mayoría de la segunda parte.
Alajuelense continuaba con su propuesta: salida explosiva desde atrás.
Johan Venegas pudo haber alcanzado el tercero, en el 75’, pero Carvajal voló para detenerlo.
En el 90’, Gabas tuvo un tiro libre que reanimó a la gradería, pero el remate se fue desviado.
Saprissa fue muy poco, pero al menos salió vivo ante un león que fue mucho, pero que también dejó con vida a un campeón que cerrará en casa.