Alajuelense aplacó su propio chaparrón y literalmente bajo un diluvio en Tibás avanzó a los octavos de final de la Liga Concacaf.
Eso era lo principal para los rojinegros, dejando atrás aquella pesadilla del año anterior, cuando no superaron la ronda previa contra el Guastatoya de Guatemala.
Aquellos fantasmas que perseguían a Alajuelense por lo que fue ese papelón el año pasado ahora sí quedaron de lado, al superar al incómodo Águila de El Salvador, por 3 a 0 en el juego y 4 a 1 en el global.
La Liga había sacado un resultado positivo en El Salvador, al empatar en la ida. El gol de visita jugaba de su lado, pero atenerse a eso era una locura y dadas las circunstancias, jugar con fuego está prohibido.
Ganar sí o sí era la obligación, no importaba el cómo, sino el hacerlo, máxime después de la caída libre que sufrió Alajuelense el sábado pasado, un resultado que alborotó de nuevo el panal alrededor del equipo.
Pero esta era una historia distinta, una serie de eliminación directa, de esas que tanto le cuestan a los rojinegros y que fue la primera de este tipo en la era de Fabián Coito.
Alajuelense hizo lo que le correspondía en la cancha del Estadio Ricardo Saprissa: ganar. Y dicho sea de paso, es un escenario le ha sentado muy bien. Pasó en los primeros juegos del torneo local y ahora ocurre lo mismo en la Liga Concacaf.
El gol cayó muy rápido y tomó por sorpresa a todos, incluidos casi 4.600 aficionados que acudieron al estadio, a pesar de la lluvia y de todo. Es esa gente que sigue ahí, que a pesar de los golpes, en lugar de reproches o reclamos, se dedicaron a apoyar.
También ayudó el juego en sí, porque corría el minuto uno y Aarón Suárez llegó de atrás y con zurdazo venció a Benji Villalobos, en una ofensiva labrada en conexión entre Johan Venegas y Bernald Alfaro.
Era el 1 a 0 en el partido y también se convertía en el 2 a 1 en el global. La impresión inmediata era una Liga llena de furia que iba por más.
Pero de nuevo, el Águila le complicaba la existencia al León. Si bien es cierto que Alajuelense pudo aumentar la cuenta en varias jugadas, en el primer tiempo, hubo lapsos en los que el cuadro emplumado salvadoreño generó ciertos sustos.
Ocurrió en una acción en la que la defensa rojinegra se desordenó, pero no pasó a más. Y esta vez Leonel Moreira se vio muy atento.
El segundo gol rojinegro fue muy parecido al primero, esta vez en piernas de Bernald Alfaro. Un tanto que cayó justo cuando Águila intentaba crecerse en el partido.
Pero fue la Liga la que supo golpear en los momentos cruciales y el tercer tanto fue quizás el más aplaudido de la noche, el de un Aubrey David que llegó para cerrar la pinza y colocar el tercer tanto rojinegro.
El trinitario entró en la lista de anotadores con Alajuelense, pero más allá de eso, en estas actuaciones que registra con la Liga ya se ganó al liguismo y en este partido salió aplaudido.
No fue un partido perfecto, pero los manudos cumplieron y se adueñaron de la victoria sin objeciones en la ‘Cueva’.
“Cuando había situaciones donde teníamos que ganar el uno contra uno, o en situaciones donde íbamos dos contra uno recuperábamos la pelota y el equipo de ellos juega bien, pero queda muy abierto cuando comienzan a jugar. La transición para nosotros era más fácil”, señaló Celso Borges al consultársele qué fue lo mejor de Alajuelense en este duelo.
A partir de eso fue el gol de Aarón Suárez y así también se produjo el tanto de Bernald Alfaro.
“No fueron ataques establecidos como fue el tercer gol, pero sí en la transición esta vez fuimos bastante mejores”, insistió el mediocampista.
Alajuelense avanzó y deja atrás los fantasmas de lo ocurrido hace un año. Ahora le tocará enfrentarse al Alianza de Panamá en los octavos de final de la Liga Concacaf.