Los aficionados de San Carlos dan ejemplo al dejar limpio su estadio después de cada partido, así como en los otros recintos deportivos que visita ese equipo.
La iniciativa surgió por un grupo de seguidores luego de que la casa de los Toros del Norte quedara bastante sucia una vez finalizado el juego ante Saprissa (2-2).
Por medio de un grupo de Facebook denominado Sancarleños por amor 100% y algunos chats de WhatsApp, la gente se organizó para dejar limpio no solo el Carlos Ugalde, sino también el sector que utilicen cuando van de visita, como sucedió el domingo pasado en el Fello Meza, casa del Cartaginés.
Rodney Navarro, miembro del grupo de Facebook, aseguró que esta iniciativa va de la mano con el deseo de convertir el estadio norteño en bandera azul.
“Esto nació paralelo a dos causas, teníamos como proyecto prestarle a la junta directiva que asumiéramos con una comisión especial el deseo de tener la bandera azul ecológica. Todo empezó porque luego del juego contra Saprissa el estadio quedó muy sucio, entonces empezamos las dos labores al crear la operación limpieza”, comentó.
Navarro aseguró que en un inicio la directiva les colocó más basureros para depositar los desechos, aunque también desean que sea algo que todos los hinchas apliquen.
“Incentivamos a los seguidores y los motivamos sobre la operación limpieza, pero lo hicimos no tocando el tema de que estaba sucio, sino como algo que queremos hacer costumbre. La idea principal es que no quede basura, no que haya que recogerla. Lo promovimos en grupos, que cada uno lleve bolsas, se habló con la Junta Directiva y hemos tenido el respaldo”, afirmó.
Los sancarleños regresaron esta temporada a la Primera División y luego de cinco fechas están en la sexta posición, con ocho puntos. Su máxima figura es Álvaro Saborío, quien lucha por el goleo con cuatro tantos.
La idea es que el equipo entre en el proyecto el próximo año y cumpla los requisitos para ser un estadio bandera azul ecológica.
Esta misma situación sucedió con los aficionados de Japón, que luego de los partidos en los estadios mundialistas de Rusia recogían la basura.