Así de rápida como fue su primera aventura como técnico, también fue la reacción del Municipal Garabito para encontrarle sustituto a Alonso Solís. El Mariachi quedó fuera del club apenas en la noche de este miércoles 21 de setiembre y solo unas horas después el equipo anunció a Roberth Arias como su nuevo entrenador.
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El conjunto de Garabito le dio las gracias a Solís luego de estar poco más de dos meses en el cargo. Alonso fue presentado el 12 de julio y sorprendió a propios y extraños, ya que nunca antes había estado al frente de un grupo. El exjugador del Saprissa estaba convencido de que podía triunfar en la Liga de Ascenso y desarrollar un buen proyecto, pero los resultados nunca lo acompañaron.
Bajo su mando, el plantel no pudo ganar un solo partido y acumuló siete derrotas al hilo. Incluso, las goleadas fueron la constante en su era, al punto que acumularon 24 tantos en contra y apenas cinco a favor en siete partidos dirigidos.
Ser el único equipo que no tiene puntos en el Ascenso y no encontrar respuestas para enderezar el rumbo terminaron por acabar con la aventura del exsaprissista, quien se había mostrado muy ilusionado con esta oportunidad, pero en muy poco tiempo todo llegó a su fin.
Alonso Solís solo dirigió siete partidos en la Liga de Ascenso, pero no pudo ganar ninguno. (JOHN DURAN)
“Para mí es la primera experiencia en Segunda División, ha sido enriquecedor, difícil y de aprendizaje... Sé que es un comienzo difícil, tengo un grupo de jóvenes de 16 a 21 años con primera experiencia en Segunda División, además se han dado algunos problemas que hemos tenido de entrenamientos, de canchas, hemos tenido días sin entrenar y eso hace mella y se ve reflejado en lo que ha pasado, esa parte es lo que más me ha costado a mí no poder entrenar todos los días”, comentó Solís a este medio el 25 de agosto.
En esa entrevista concedida hace un mes el Mariachi también recalcó que: “Es mi filosofía de vida, la oportunidad llega y a veces es buena, mala o más o menos. Yo quise tomar este proceso y he tragado fuerte... Evidentemente se habló de un proceso porque se sabía que iba a ser duro que los chicos que nunca han sido profesionales lleguen a Segunda. No voy a negar que mi me enoja perder, soy ganador, me gusta pelear siempre todos los partidos y ganar”.
Ahora le tocará a Arias intentar sacar del sótano al Municipal Garabito, aunque la tarea no parece nada sencilla.