Antes de la largada hizo unos pasos de baile y le sonrió a las cámaras, rebozando confianza. Sin embargo, luego de cruzar la meta, el gesto de Usain Bolt fue de fastidio al ver su tiempo.
Había ganado por tercera vez consecutiva los 200 metros de los Juegos Olímpicos, pero sin acercarse al récord mundial, que era su objetivo, y por primera vez en mucho tiempo Bolt se vio frustrado tras una carrera.
El jamaiquino, quien generalmente empieza lento y acelera al final, salió disparado y tomó rápidamente la delantera sin problema. Su victoria en ningún momento se vio amenazada, pero su tiempo fue de 19:78, lejos del récord de 19:19 que él mismo fijó en el 2009.
Motivo suficiente para que se hiciera un reproche, reacción extraña en un atleta que agrandó su legado y está a las puertas de un triplete inaudito de tres triunfos olímpicos consecutivos en los 100, 200 y 4x100 m.
“No estoy feliz con la marca realizada. Mi cuerpo no respondió en la última recta. Me estoy haciendo viejo y mi cuerpo también. Creo que es mi última carrera de 200, pero mi técnico tal vez piense diferente”, señaló.
Bolt es el gran favorito para ganar hoy el 4x100 con Jamaica a la 7:35 p. m., con lo que igualaría al fondista finlandés Paavo Nurmi y al velocista y saltador de longitud estadounidense Carl Lewis como los atletas olímpicos más exitosos de la historia, con nueve oros cada uno.
No obstante, quería más. Su deseo de gloria era mayor y por eso en su mente solo había espacio para reprocharse por no vencerse a sí mismo nuevamente.
El Rayo lo tiene muy claro, no quiere discusiones sobre su grandeza y por eso salió a disgusto.
“Estoy tratando de ser uno de los más grandes (de la historia del deporte). Quiero estar entre Mohamed Alí y Pelé. Espero que tras estos Juegos esté en ese grupo. Uno trabaja duro durante años y solo espera que se traduzca en algo”, dijo el más rápido del orbe.
Usain también puede presumir de haber ganado el triplete en tres Mundiales, Berlín 2009, Moscú 2013 y Pekín 2015, que podrían haber sido cuatro si no hubiera sido descalificado por una salida falsa en la final de 100 metros de Daegu 2011.
Sin embargo, en su día de gloria no salió a gusto y demostró que el conformismo no existe en su interior, aunque tampoco le restó mérito a su carrera y disfrutó con una hinchada que lo ama.
“Ya no necesito probar nada más. ¿Qué más puedo probar? Soy el más grande”, señaló Bolt, imitando al exboxeador Mohamed Alí, fallecido este año.