El Bayern Múnich demostró ayer que es una aplanadora y aprovechó para arrollar fácilmente a un Barcelona desgastado y muy fuera de forma.
Además, también ayudó la falta de decisión que tuvo el técnico Tito Vilanova y como prueba de ello fue su primer cambio que lo realizó al minuto 85’ cuando la serie ya estaba sentenciada ¡4-0!
La semifinal está definida a favor de los alemanes, pues es imposible pensar que los catalanes ganen 5-0 en el juego de vuelta.
Los recorridos por las bandas con Frank Ribery y Arjen Robben son la principal fuente de ataque del cuadro bávaro, que además se jacta de contar con los mejores volantes de llegada del mundo.
Por si fuera poco, el trabajo de Thomas Muller y Bastian Schweinsteiger en el centro del campo fortalecen el sostén del equipo y alimentan al “toro” que tienen en punta de ataque como lo es Mario Gómez.
El Barcelona tuvo problemas con todos los rivales a los que enfrentó en el torneo y ayer la potencia alemana les pasó encima.
Experiencia. La espuela de Jupp Heynckes quedó en evidencia durante el juego, gracias a la buena lectura y el cierre de los espacios atrás cuando dominó el Barça.
Mientras que a Tito Vilanova el juego le quedó grande. Metió a Lionel Messi sin estar en físicamente bien, cuando se lo pudo haber guardado para la vuelta y así le da paso a otro futbolista en mejores condiciones.
Además, pecó en las variantes, pues tenía un buen banco de suplentes y no lo movió rápido.