En este juego permanente (y atractivo) de encuestas, premios, equipo ideal y toda suerte de elecciones y votaciones individuales o colectivas que promueven los medios, el diario inglés The Guardian elaboró una lista de los 100 mejores futbolistas del momento. El casillero uno, desde luego, correspondió a Messi por amplio margen. No amerita comentarios. Los que motivan interés son los 99 nombres posteriores. La nómina, valga resaltarlo, es interesante, hay algún olvido, se puede disentir en unos nombres, incluso habrá quien desate la polémica aunque en general está bien confeccionada. Es un panorama acertado del futbol actual.
La trilogía de punta es perfecta: 1) Messi, 2) Cristiano Ronaldo, 3) Xavi. Los siguen 4) Iniesta, 5) Ibrahimovic, 6) Falcao García, 7) Van Persie, 8) Pirlo, 9) Yaya Touré, 10) Edinson Cavani, 11) Kun Aguero, 12) Iker Casillas, 13) Neymar, 14) Busquets, 15) Xabi Alonso.
Este cronista pondría siempre a Falcao delante de Ibrahimovic. Radamel es jugador de equipo, como han sido todos los verdaderos grandes del futbol. El sueco no. Pero son pareceres. Lo que es un despropósito es el puesto 15 para Xabi Alonso. Un raspador común sobredimensionado. Sin alejarnos demasiado, Ralf, centrocampista del Corinthians, es más eficiente, un tractor. Y no pega una patada. ¿Cuál es la virtud de Alonso...? Todo el mundo alaba su remate. OK, ¿cuántos goles hace por año...? ¿Uno...? ¿Y asistencias...? ¿dos por temporada...? Hay parámetros para medir el rendimiento.
Que Alonso ocupe el puesto 15 y Rooney el 31 sí es disparatado. Rooney es el mejor futbolista inglés desde Bobby Charlton hacia acá, el que entiende el juego. Un jugador colosal y completo: arma y define. Tiene una técnica excelente y es valiente, ganador, gran artillero. El que hace siempre los goles decisivos, para ser campeón. Y, además, un tanque.
La lista tiene 12 jugadores del Barcelona, 10 del Real Madrid, 10 del Bayern Munich, 8 del Chelsea, 8 del Manchester City. Cinco clubes concentran 48 de los 100 mejores. Lo que sostenemos siempre: ¿cómo puede hacer un equipo suramericano para ganarles, tan lejos de ese poderío económico? Difícil. Acaso con mucho corazón, garra, mística y organización, dando el 110%, como Corinthians ante el Chelsea. Y con un buen libreto y buenos intérpretes. Porque Corinthians es un equipazo. Y también millonario.
Solo aparecen 3 nombres que actúan en clubes suramericanos: Neymar (Santos), Forlán (99° Inter de Porto Alegre) y Paulinho (100° Corinthians). La nómina es un tanto europeísta. Hay 65 jugadores europeos (Pepe no es portugués, aunque juegue para ese país, nació, creció y se hizo futbolista en Brasil, luego adoptó otra nacionalidad por conveniencia, como hacen todos); 27 suramericanos, 7 africanos, un asiático y ninguno de Oceanía ni de Concacaf.
España lidera con 16 elegidos, y diez de ellos entre los primeros 36; luego hay 9 alemanes, 7 italianos, 7 franceses, 4 holandeses, 4 ingleses, 4 belgas (curioso), 3 croatas: 54 del mejor centenar en apenas 8 países.
Por el lado de Suramérica, Brasil tiene 13 (Neymar, Thiago Silva, Willian, Oscar, Fernandinho, Dani Alves, Marcelo, Ramires, Hernanes, David Luiz, Hulk, Pepe y Paulinho); Argentina 8 (Messi, Aguero, Mascherano, Zanetti, Di María, Tevez, Lavezzi, Pastore), Uruguay 3 (Cavani, Luis Suárez, Forlán), Colombia 2 (Falcao y James Rodríguez) y Chile 1 (Arturo Vidal).
Bolivia, Ecuador, Paraguay, Perú y Venezuela no aparecen con ningún nombre. No está Alexis Sánchez. Barcelona invirtió 40 millones de euros en un atacante que no figura entre los primeros 100. Tampoco Antonio Valencia. Falta Paolo Guerrero, que merecería estar y que acaba de dar una contundente demostración internacional recién en el Mundial de Clubes.
Hay jugadores de la región que podrían incluirse: el extraordinario golero Cassio, de Corinthians; Lucas Moura, flamante traspaso del San Pablo al París Saint Germain; el citado Ralf; Leandro Damiao; el impasable lateral derecho corinthiano Alessandro, una auténtica máquina. Los colombianos Jackson Martínez y Juan Guillermo Cuadrado (fantásticos ambos); Gonzalo Higuaín, Walter Montillo, los mexicanos José Corona (arquerazo), Jorge Enríquez y Oribe Peralta... Se puede incluir a Chicharito Hernández, pero viene de una temporada flojísima en la que estuvo siempre de suplente.
Pero está bien igual, nosotros lo vemos con ojos de acá, ellos con el prisma de allá. Entre los europeos, increíblemente no está Steven Gerrard, un líder sensacional (y el ensayo es de un diario inglés). En cambio tiene un lugar el italiano Mario Balotelli.
Los países con más cantidad de buenos jugadores tendrán chances superiores de clasificar al Mundial. Porque sin cracks nadie hace milagros. José Mourinho se autoproclama el técnico número uno del mundo, pero tiene un plantel valuado en 560 millones de euros y sigue pidiendo refuerzos. Como todo director, para lucirse necesita de buenos actores. Cuando Hungría tuvo a Puskas, Kubala, Kocsis, Czibor, fue potencia mundial. Cuando ellos se extinguieron, se cayó del mapa del futbol.
Holanda patentó el revolucionario futbol total, pero tenía a Cruyff, Van Hanegem, Krol, Rep, Neeskens... Al tocarles la jubilación, terminó el futbol total. La idea de Rinus Michel fue genial, sin duda, pero necesitaba de esos talentos para plasmarla.
Aunque objetemos nombres o ubicaciones puntuales, excelente trabajo de The Guardian.