Piqué y Ramos: la leña en la hoguera de un clásico apagado sin Messi ni Cristiano

Ambos defensores representan el orgullo y coraje por los colores de sus equipos

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Desde hace casi diez años, cuando se hablaba del clásico español aparecían en primera plana los nombres de Cristiano Ronaldo y Lionel Messi como las figuras a seguir.

Presenciar el enfrentamiento entre los mejores jugadores del mundo acaparaba la atención de España y el mundo.

Sin embargo, por primera vez en once años no será así. Sus caras desaparecen para darle paso a otras que, aunque no cumplen la misma función de esos jugadores, sí representan el orgullo de los equipos.

Ante un clásico con estrellas de sobra, aunque ninguna suficientemente brillante para mitigar la ausencia de Messi y Cristiano, son Sergio Ramos y Gerard Piqué los que asumen el protagonismo. Cuando se trata de defender los intereses de sus equipos, ninguno de los dos se guarda nada y sus palabras son leña a la hoguera. Si bien no han desatado la polémica en esta ocasión, son la cara del juego, incluso en algunas promociones de los medios de comunicación.

Ambos zagueros siempre han sido vistos como guerreros en pro de sus clubes y símbolos del amor por los colores blanco y azulgrana.

Sus estadísticas también lo confirma. Según datos del Real Madrid, su capitán nunca se ha perdido un clásigo de Liga, con 26 consecutivos; en total cuenta con 38, desde que llegó al club en 2005.

Piqué no se queda atrás. Arribó al Barça en 2008 y tiene en su historial 17 juegos contra el archirrival en Liga y 30 entre todas las competiciones.

Su influencia sobre los equipos va más allá de la regularidad en el campo. Han sido los actores principales de varias polémicas, dando de qué hablar antes y después de cada derbi.

Una de esas controversias se dio en un clásico del 2016 en el Santiago Bernabéu, luego de que el madridista vio la tarjeta roja. “Ahora hablas”, le dijo Ramos a su rival, mientras aplaudía y se retiraba del campo hacia el camerino. El culé lo complació y no se quedó callado después del juego: “En el Bernabéu están acostumbrados a arbitrajes muy permisivos y cuando lo hacen bien, el árbitro es el malo de la película”.

Ramos tampoco se mordió la lengua y dio declaraciones directas alusivas a Piqué: “¿Permisivios los árbitros con nosotros? Eso dice él, pero para permisivo el suyo ante el PSG (recordando un polémico juego de Champions). Se pasa todo el día opinando sobre los árbitros y presionando. Al final le he dicho que con tanta presión y quejas llevan el gato al agua”, agregó Ramos.

Aunque recientemente las aguas se han calmado gracias a la selección de España, enfrentarse en cancha no deja de ser un duelo aparte.

"A día de hoy, nos llevamos bastante bien; antes no teníamos relación. A medida que hemos ido madurando hemos dejado de lado cosas a las que dábamos demasiada importancia”, manifestó Ramos el año anterior.

El próximo domingo (9:15 a. m.) tendrán otra oportunidad para defender a los equipos en el primer clásico desde 2007 sin Messi y Cristiano.