Fútbol Internacional

Opinión: El equipo como organismo autorregulado

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La “Naranja Mecánica” puso en boga la analogía del equipo de fútbol con la máquina: cuestión de tuercas, poleas, pistones. Pero resulta que la analogía maquinista (el fútbol como máquina de guerra) no es, en realidad, la más feliz. Mucho más certero sería comparar a un equipo con un organismo viviente: la metáfora organicista o biologista. Concebir el equipo more biologicum, como si de una planta o un animal se tratase. Tanto en la máquina como en el organismo las partes existen e interactúan en función del todo, y el todo es inconcebible sin el coordinado accionar de sus partes.








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