Un hombre que le gusta crear polémica con sus comentarios, pero que ha sido alabado por todos sus triunfos, ese es el técnico portugués José Mourinho, quien ya calentó el clásico español de mañana.
Ahora en el banquillo del Real Madrid, el timonel de 47 años es la nueva ilusión elegida por los merengues para intentar llevar de nuevo al equipo a la cima.
Su arribo a la capital española se dio apenas semanas depués de conquistar la Champions League, el escudetto de la Serie A y la Copa de Italia, con el Inter de Milán.
El famoso triplete abrió las portadas de casi todos los medios de comunicación deportivos alrededor del mundo, y con un personaje protagonista: José Mourinho.
Para el madridismo llegó como el principal artífice de que el “eterno rival”, Barcelona, no haya estado en la final de la Liga de Campeones, tras dejar en el camino a los catalanes, y eso, para el actual sentir del Real Madrid, es mucho.
Los títulos adornan la carrera de Mourinho como técnico: ha ganado las ligas nacionales en Portugal (Oporto), Inglaterra (Chelsea) e Italia (Inter de Milán), dos veces en cada ocasión; dos Ligas de Campeones de Europa (Oporto en 2004, Inter de Milán en 2010) y una Copa de la UEFA (Oporto en 2003).
La pasión por estar en los banquillos se le dio desde muy joven. Espiar a los rivales era la función que le encargaba su padre quien dirigía al Os Belenses, y pronto Mourinho aprendió métodos, normas y estudios del rival; como saber sacar provecho de lo que tiene y como contrarrestar lo que tiene el rival.
No obstante,
El portugués obtuvo el título en Educación Física (especialidad en Metodología en Deportes).
Posteriormente, realizó en Escocia el curso de director técnico de futbol de la UEFA, mientras estudiaba el futbol inglés. Y, luego, se convirtió en entrenador en una escuela secundaria de Portugal.
Su ciclo en el Oporto lo cerró con éxito al conquistar de la Liga de Campeones en el 2004.
Al Chelsea, del multimillonario ruso Roman Abramovich, lo hizo campeón de la Liga Premier tras 50 años de sequía de título.
Luego, en el 2008, fichó por el Inter de Milán con un solo mandato: conquistar una Liga de Campeones que el club no lograba desde hacía más de cuarenta años.
Así, tras ganar dos ligas nacionales en Italia, y justo una vez devuelto el Inter a lo más alto de la cima europea, Mourinho vuelve a dejar un equipo en pleno éxito.
Ahora le toca hacer lo propio con un Real Madrid que está hambriento de sus triunfos, que lo recibe como todo un “salvador” para aliviar todas sus penas, y lo más importante para la
Si duda, el proceso que quiere