El sismo que sacude a la FIFA no para de golpear a cuatro de las seis confederaciones que conforman el ente mundial del fútbol.
En total, ya hay 44 personas envueltas en el escándalo de corrupción, 32 de las cuales son investigadas por Estados Unidos y los demás por la propia FIFA.
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La estructura del fútbol mundial se sacudió el 27 de mayo con la detención de los primeros siete dirigentes, en un congreso en Suiza, por sospechas de corrupción, fraude, lavado de dinero, extorsión y sobornos.
Entre ellos estaba Eduardo Li, expresidente de la Federación Costarricense de Fútbol (Fedefútbol) del 2007 al 2015.
En ese momento, la justicia estadounidense también acusó a otras nueve cabezas del fútbol o agentes de mercadeo, quienes no estaban en Suiza.
El miércoles anterior se sumaron 16 dirigentes; nueve de la Conmebol y siete de Concacaf.
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Un día después en conferencia de prensa, Loretta Lynch, la fiscala general de Estados Unidos, advirtió que pueden haber más aprehensiones.
"El nivel de la corrupción del que se les acusa es desmesurado. El mensaje de este anuncio debe ser claro para todos los culpables que siguen ocultos con la esperanza de evadir nuestra investigación: no se salvarán", dijo.
Lynch también detalló que las personas investigadas por ellos movieron de forma ilícita $200 millones (¢108.000 millones).
"Entre 1991 y el presente, dos generaciones de directivos del fútbol tuvieron que ver con contratos lucrativos y un pago sistemático, así como una conexión entre el fútbol, las federaciones y los patrocinios para elegir a Sudáfrica para el Mundial 2010 y las elecciones presidenciales consecutivas en la FIFA.
"Estos elementos relacionados corresponden a dos federaciones (Concacaf y Conmebol) que trabajan bajo el paraguas de la FIFA. Estos hombres están relacionados con tomar millones de dólares ilícitamente", indicó.
Entre los señalados por Estados Unidos está Rafael Callejas, quien fuera presidente de Honduras entre 1990 y 1994, y luego jerarca de la Federación Hondureña de Fútbol.
Según la acusación, los directivos se habrían aprovechado de contratos millonarios con las empresas Traffic USA y Media World en Concacaf, así como Traffic Brasil y Datisa en Suramérica, para pedir sobornos a cambio de derechos para la transmisión de juegos eliminatorios y de fogueo.
Semanas después de destaparse los hechos, el Comité de Ética de la FIFA también abrió procesos por la asignación de mundiales y manejo de fondos. Por esto último suspendió a Joseph Blatter, jerarca de FIFA.