El escollo de Panamá se resolvió en un santiamén. El Árabe Unido se quedó muy lejos de conseguir la meta de navegar los 180 minutos ante Alajuelense sin recibir goles; a 85’ minutos de la orilla... Y ahí se acabó la eliminatoria.
Apenas marcó Jerry Palacios, al 5’, las cosas cayeron por su peso. Entonces, fue que los manudos mostraron ser superiores a los canaleros y llevaron el partido por donde quisieron.
Pero puede que la serie se definiera antes, en Alajuela, cuando el portero Miguel Lloyd se ganó la amarilla por perder tiempo y con ello la sanción para el partido de anoche. Si el meta dominicano paró todo en el Morera, su suplente, Alexander Andreve, desperdició ese trabajo en el Rommel.
Del portero vino el mal despeje que Kenner Gutiérrez devolvió al corazón del área para que Palacios abriera el marcador.
Cuidar el botín. El gol de visita vale doble en esta Liga de Campeones de la Concacaf, por eso el juego quedó cocinado tan pronto.
Óscar Ramírez replegó un rato al equipo, dio unos metros para ver si los azules se enloquecían buscando el empate y le dejaban contragolpear. Mas, dos cabezazos desviados mostraron que el Árabe nunca contempló ni tuvo los argumentos para ofender.
Los erizos se armaron y Osvaldo Rodríguez desperdició una, solo frente al portero (28’), y José Salvatierra estrelló un largo remate en el horizontal (39’).
El Árabe no bajó realmente los brazos y en algunas bolas largas mostró que le restaba algo de peligrosidad, como cuando Humberto Ward la tuvo desmarcado para empatar, al 44’. Remató desviado y el sueño manudo se siguió cimentando en el avanzar del reloj.
De ahí a un complemento en el que la balanza se acabó de inclinar al lado del campeón tico, que al 58’ encontró el premio justo para el laborioso Jonathan McDonald. Johan Venegas centró desde la derecha y Mac martilló, 2-0 definitivo.
El resto fue esperar a que el permisivo Joel Aguilar pitara para terminar el concierto de patadas al que se entrego un agobiado Árabe.
No antes de que la relajación manuda permitiera un susto, cuando Patrick Pemberton salió mal y Enrico Small pegó un tremendo cabezazo en el travezaño (73’).
La misma Liga que se ha metido en problemas a cada paso de la Concachampions lo ha sabido resolver de visita. Ya conquistó el Azteca y el Rommel, le tocará una prueba aún más dura: el infierno del Nemesio Díez, casa del Toluca. Crónica basada en la transmisión de Repretel.