Las horas previas al encuentro entre ticos y colombianos estuvieron marcadas por el estricto operativo de seguridad que dispuso la Policía de Jujuy en conjunto con el Comité Organizador Local.
Alrededor de 1.000 efectivos de la Policía Federal, las denominadas fuerzas de choque y las distintas comisarías de la provincia, fueron convocadas para brindar la seguridad dentro y fuera del escenario.
Según detalló el comisario mayor Nazario Torres, encargado de la operación de los sistemas de resguardo de este choque del grupo A, la labor fue muy cuidadosa y efectiva para proteger a los espectadores, a los equipos, invitados y periodistas presentes en el espectáculo.
Agregó que se cerró un perímetro de 300 metros alrededor del estadio, con filtros de seguridad para evitar el ingreso de bebidas alcohólicas, envases contundentes, armas y de banderas con mástiles.
Los equipos saltaron al calentamiento previo a las 2:50 p. m. (11:50 p. m., hora tica), primero lo hicieron los arqueros y jugadores de Costa Rica, y cinco minutos después los de Colombia. El público los recibió con palmas y vítores.
Una pancarta con el nombre del goleador colombiano Radamel Falcao, con la divisa de River Plate, recordó su paso exitoso con la descendida divisa millonaria.
La mayoría del público era jujeño, orgulloso de su acogedor y renovado estadio 23 de agosto y que vibró de alegría por el encuentro. Se vieron pocos colombianos, pero sí muy bulliciosos, con tambores en la tribuna noroeste y este.
Esta vez no hubo ningún aficionado tico presente en el escenario. Y si lo hubo, no llevaba la camiseta tricolor y menos la bandera de Costa Rica para hacerse sentir.
La provincia de Jujuy dio su salto internacional y lo hizo bien. Fue un espectáculo que no registró incidentes, ni hubo tanto frío como los dos días anteriores.