El impresionante despliegue de Japón a lo largo de todo el Mundial Femenino Sub-17 2014 tuvo réditos no solo en el ámbito colectivo, sino también en el individual, dándole valor a una premisa que se dice mucho en el fútbol, pero no siempre se toma en serio.
La 10, capitana y gran figura del equipo, Hina Sugita, se llevó el Balón de Oro, premio que se otorga a la futbolista más destacada.
También peleó por el goleo, pero al no anotar en la final quedó en el tercer lugar en dicho rubro, dejándose la Bota de Bronce.
Hizo cinco tantos, quedando uno atrás de las máximas artilleras, las venezolanas Deyna Castellanos y Gabriela García.
Por su parte, Yui Hasegawa, su secuaz, obtuvo el Balón de Plata. En la final de anoche ante España fue una de las que mejor jugó.
Tanto Sugita como Hasegawa dejaron claro por qué fueron las únicas dos de su equipo que también estuvieron en el pasado Mundial de la categoría, Azerbayán 2012, con solo 15 años.
Las del Sol Naciente también se dejaron el Guante de Oro, galardón para la mejor portera del torneo, Mamiko Matsumoto. Ella estuvo a 12 minutos de batir el récord de imbatibilidad de un Mundial de la categoría cuando sufrió su único gol en la semifinal ante Venezuela en Liberia, al 92’.
Incluso, como su quisiera arrasar con todo lo que podía, Japón se llevó el premio al Fair Play , al acumular solamente tres tarjetas amarillas en seis partidos.
Desde La Grada es un espacio en el que se pretende dar voz a los deportistas, para que digan lo que quieran, cómo quieran y cuánto quieran, con la intención de conocer aspectos de la historia de su vida, sin filtros ni intermediarios.
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