Estocolmo, Suecia. AFP. “No ir al Mundial sería el apocalipsis”. La última línea del dosier sobre el futuro del fútbol italiano publicado por La Gazzetta dello Sport da una idea de la angustia que acompaña a Italia antes del partido de ida de la repesca contra Suecia, este viernes en Solna, cerca de Estocolmo, Suecia, a la 1:45 p. m.
Cuando asumió sus funciones tras la Eurocopa 2016, el técnico Gian Piero Ventura dijo que su propósito es hacer de la selección italiana un equipo “excitante”.
Quince meses más tarde, la Nazionale que se presentará este viernes en Solna ha mostrado una imagen preocupante en sus cuatro últimos partidos, frente a España (derrota por 3-0), Israel (victoria por 1-0), Macedonia (1-1) y Bulgaria (triunfo por 1-0).
Italia juega mal, sin entusiasmo ni certitudes, y Mister Líbido, como se llama a Ventura, apareció a menudo superado por los acontecimientos y por un rigor táctico que lo empuja a preferir su sistema, el 4-2-4, a las cualidades de sus jugadores más brillantes.
El viernes, podría provisionalmente renunciar a este 4-2-4 para volver a su segundo amor, el 3-5-2. Marco Verratti se sentiría mejor, pero no Lorenzo Insigne, el jugador ofensivo más talentoso de Italia, que podría quedarse en el banco.
Enfrente estará Suecia, con un 4-4-2 y gusto por los duelos individuales, que se plantea menos preguntas. “Hacen siempre lo mismo, pero lo hacen bien”, resumió el capitán italiano Gianluigi Buffon.
El mayor defecto de los suecos, según el defensa Filip Helande,r es que “ya no tenemos a Ibrahimovic”.
Italia tampoco tiene a Zlatan Ibrahimovic, pero cuenta con Bonucci, Verratti, Insigne, Belotti y suficiente talento a priori para afrontar con optimismo el repechaje.
No obstante, Leonardo Bonucci, uno de los mejores defensas de Europa hace seis meses, no ha digerido su traspaso al AC Milan y no es la sombra de sí mismo, Verratti todavía no se ha hecho con las llaves de la Nazionale que le son prometidas desde hace años, y Belotti, que regresó hace poco tras una lesión, está lejos de su mejor forma e Insigne no debería jugar.
Un último problema para Ventura es que Simone Zaza, en plena forma con el Valencia (nueve goles en once partidos), se lesionó el viernes pasado y no podrá acompañar a Immobile en el ataque.
Incluso la operación rejuvenecedora que hasta ahora era el gran triunfo de Ventura se aparcará y los nuevos dejarán su lugar a los veteranos como Chiellini (33 años), Barzagli (36), Parolo (32) o De Rossi (34).
Hace 20 años, en octubre de 1997, Italia jugó en Moscú un partido de ida de la repesca del Mundial de 1998 bajo una tormenta de nieve y un terreno en malas condiciones. Gianluca Pagliuca se lesionó y el seleccionador Cesare Maldini se giró hacia un joven Gianluigi Buffon, de 19 años. ”¿Te ves para entrar?”, le dijo.
De todas maneras, no había otro portero disponible. Buffon entró, recibió una bola de nieve por parte de Alessandro Costacurta en el pecho, como una felicitación por su primera parada, y contribuyó ampliamente al empate 1-1 logrado por los italianos, que se clasificaron en la vuelta.
Veinte años y 172 partidos internacionales después, Buffon vuelve a una repesca. Aunque lo que desea el portero es regresar a Moscú, donde se jugará el 15 de julio la final del Mundial.