La frialdad de los números expone la realidad de dos gigantes europeos que estarán cara a cara esta mañana: España, la eterna dueña del balón, se mide a una Italia a la que no le obsesiona amarrar la pelota a sus zapatos, sino resolver los partidos de forma directa y sin adornos.
La Roja llega al duelo con su típico sello: en ninguno de los tres juegos anteriores perdió el dominio de la redonda, aunque no le alcanzó para cerrar con marcha perfecta la primera ronda.
Los hombres de Vicente del Bosque promedian un 61% de posesión en esta Euro, la segunda cifra más alta detrás de Alemania, que con 64% ya avanzó a los cuartos de final del certamen.
La Azzurra promedia un 48% de posesión y aún así le alcanzó para triunfar en dos de sus tres presentaciones.
Paradójicamente, cuando acabó como el mayor dominador del globo blanco, Italia sucumbió en el marcador (0-1 ante la República de Irlanda).
Partido de alto voltaje en el Stade de France , donde uno de los campeones europeos dejará el torneo. La final adelantada supone el choque de dos estilos muy distintos, tal y como se mencionaba anteriormente, y que promete captar la atención mundial.
“Tenemos que correr con el balón y sin él”, declaró ayer el timonel italiano Antonio Conte, aludiendo a la propuesta a desarrollar frente a un rival curtido.
“Es un partido abierto, muy difícil, muy duro, muy exigente para los dos y vamos a ver quién gana”, replicó Del Bosque.
En la jornada de ayer, Alemania goleó a Eslovaquia 3-0 y avanzó a cuartos de final, igual que Bélgica (3-0 sobre Hungría) y Francia (2-1 sobre Irlanda).