En el centro de prensa del estadio Soccer City, periodistas de todo el mundo se indignaron por el enorme fallo de los réferis uruguayos. Y el veredicto fue unánime: hay que incorporar el video.
“Hace 44 años pasó esto mismo en una final. Ahora tenemos tecnología de la mejor, pero no se usa”, apuntó el reconocido comentarista argentino Quique Wolff, consultado ayer por
El australiano Anthony Campbell, de la cadena de televisión SBS, se expresó en similar forma. “Claro que se deben utilizar las cámaras. Hoy (ayer) vimos un claro ejemplo de por qué”, razonó.
Varios comunicadores consultados recordaron que hace cuatro años a Zinedine Zidane supuestamente lo expulsaron en la final porque uno de los árbitros auxiliares revisó el célebre cabezazo en video. En su momento, el réferi de aquel día, Horacio Elizondo, negó que se hubieran apoyado en las cámaras, pero la duda persiste.
“Usaron la tecnología para echar a Zidane contra Materazzi, pero no la utilizan para demostrar que un gol es bueno. El cuarto árbitro ve una pantalla, dice ‘es gol’ y el se acabó”, dijo Quique Wolff.
La FIFA, muy conservadora en temas de arbitraje, se niega a aprobar el uso de tecnología, para no alterar la pureza del juego. Según sus justificaciones, el error es parte de este deporte.
La discusión arreció al final de la pasada eliminatoria, con la mano de Thierry Henry que provocó la eliminación de Irlanda.
“En el Mundial de Alemania hubo una doble aplicación del criterio, porque se permitió el video para la expulsión de Zidane. La FIFA tiene que decidirse”, cuestionó el argentino Claudio Mauri.
El boliviano Alfonso Arévalo recordó el argumento de los nostálgicos, que consideran el uso de cámaras una intromisión. “El futbol tiene esta magia. El día que se utilicen aparatos electrónicos se acabarán estas polémicas. La historia de este partido entre Inglaterra y Alemania pudo haber sido otra”.
Por lo pronto, la terna de árbitros uruguayos parece tener comprado el boleto de regreso.