Algunos calificarán su trabajo como malo, otros tendrán dudas por el penal que le concedió a Francia en tiempo de reposición cuando Argentina ganaba 3 por 2.
Sin duda el nombre de Szymon Marciniak, el árbitro de la final, pasará a la historia porque señaló tres penales, avaló un tanto de Lionel Messi donde el balón no hizo contacto con las redes, pero sobre todo, no requirió del VAR para dirigir el partido.
Para Ramón Luis Méndez, analista arbitral, el polaco le dio una bofetada al VAR con su trabajo en la cancha, criterio similar externó Pedro Navarro, juez nacional, quien expresó que estuvo acertado y no hizo falta el VAR.
“Unos dicen que esta final fue la mejor que han visto, pero no había visto un arbitraje de tanta calidad. Su trabajo no fue perfecto, pero fue demasiado bueno y le dio una bofetada al VAR y le dijo usted no interviene”, aseguró Ramón Luis.
Pedro Navarro también resaltó que Szymon Marciniak estuvo acertado en todas las decisiones que tomó.
“Nunca necesitó del VAR. Siempre estuvo cerca de las jugadas y ese último penal contra Argentina cuesta mucho apreciarlo por la velocidad y cercanía de la acción, pero él lo vio, no dudó y lo marcó bien”, indicó Navarro.
Ramón Luis también expresó que el penal cometido por Gonzalo Montiel en tiempo de reposición fue muy claro.
“Fue evidente, el jugador de Argentina sacó el brazo interponiéndose en la trayectoria del balón. Además se notó el respeto de los jugadores hacia él y lo mejor el VAR estuvo de adorno”.
Para Pedro Navarro, Marciniak tomó las decisiones con mucha fortaleza y seguridad.
“Siempre estuvo muy seguro del penal que marcó. Estuvo cerca de la jugada y mostró excelente ubicación. Quedó demostrado que no se necesita el VAR, es cuestión de preparación, fue un arbitraje con decisiones ajustadas y todas las sacó bien”.
Pedro Navarro finalizó resaltando que el arbitraje del juez de la final fue muy bueno.