El regreso a España no fue el soñado para Cristiano Ronaldo: expulsado e inconsolable, el nuevo delantero estrella de la Juventus no pudo contribuir al triunfo de su equipo en Valencia (2-0) este miércoles en partido de la llave H de la Liga de Campeones.
Ambos goles del campeón italiano llegaron de penal, obra del bosnio Miralem Pjanic (45′, 51′), y una vez que Ronaldo había tomado el camino de los vestuarios tras un encontronazo en el área del Valencia con el colombiano Jeison Murillo, al que dio un leve golpe en el pie y otro en la cabeza, en el minuto 29 de la primera parte.
El cinco veces ganador del Balón de Oro reaccionó a su expulsión con airadas protestas y abandonó el terreno de juego llorando, en una suerte de lenta agonía con paradas para mirar al horizonte, discutir la expulsión con el técnico Marcelino, y para apoyarse en el marco del túnel de vestuarios, abatido.
Y es que sus escasas opciones de proclamarse el próximo lunes jugador FIFA del Año, o de ser Balón de Oro, pudieron quedar sobre el césped de Mestalla con la undécima roja de su carrera.
Sin embargo, su rendimiento hasta ese momento había sido meritorio: disparo desviado en el minuto 9, volea fallida que se convirtió en un pase para el croata Mario Mandzukic (11′) y un magistral centro para Federico Bernardeschi poco después.
“Lo único que puedo decir es que el VAR (que no se usa en Liga de Campeones) habría podido ayudar al árbitro a tomar la decisión correcta. Encontrarse 10 contra 11 en Liga de Campeones por un incidente como este es muy decepcionante”, afirmó el técnico italiano Massimiliano Allegri.