El Wanda Metropolitano en Madrid fue el escenario de un baile que dejó como campeón de la Copa del Rey al Barcelona.
La figura sobre la cancha que se convirtió prácticamente en un escenario de despedida fue Andrés Iniesta.
Los azulgranas dominaron a placer al Sevilla y lo derrotaron 5-0, con doblete de Luis Suárez, un gol de Lionel Messi, otro de Iniesta y cerró la cuenta Coutinho.
El equipo andaluz no opuso resistencia y solo se limitó a ver a su rival dándose un festín.
Con su fútbol característico, aquel que tanto extrañó ante la Roma en Champions League, el conjunto culé se adueñó del balón desde el inicio y rápidamente fue encaminando el título.
Combinaciones entre Suárez, Messi, Coutinho, Iniesta y el mismo Jordi Alba sacaron de balance al Sevilla.
Todo el mérito para el Barça, por uno de los mejores juegos de la temporada, pero también hubo mucha culpa de una defensa rival paupérrima, dando espacios y ventajas insólitas que aprovecharon los de Ernesto Valverde.
Luis Suárez abrió el marcador en el minuto 14, en una acción donde apenas hubo tres pases.
El portero Jasper Cillessen envió un servicio largo para Coutinho, quien encaró hacia la portería y dio el pase de la muerte al uruguayo, solo en boca de arco para rematar la buen acción.
Después de ese tanto llegaron los mejores momentos del Sevilla, o los únicos.
Probablemente la historia se hubiera escrito diferente si los blanquirrojos lograban encajar las tres ocasiones que tuvieron.
Pero hasta ahí, porque Messi sí supo definir y de nuevo el partido fue de un solo equipo.
Iniesta se combinó con Alba, quien en el área envió un taco hacia atrás, donde llegó Messi libre de marca para anotar el 2-0, en el 31′.
La ventaja y lo que se veía dentro de la cancha ya daban como campeón al Barcelona, pero faltaba mucho más.
Antes de irse al descanso Suárez hizo el tercer tanto. De nuevo en contragolpe, el delantero aprovechó un pase filtrado de Messi y definió sin problema ante David Soria (40′).
Otra jugada de lujo guiada y concluida por Iniesta deparó en la cuarta anotación, luego de que el volante se quitara al arquero y rematara cruzado.
Apenas corría el minuto 52 y si el Barcelona hubiese querido anotaba hasta siete goles, pero se quedó en cinco concretado desde el manchón blanco.
Coutinho anotó tras una mano clara de Clément Lenglet, en el 69′.
Esta es la Copa del Rey número 30 que ganan los catalanes.