En un cuadrilátero de Juegos Nacionales se encuentra todo tipo de jóvenes. Muchos de ellos han pasado por situaciones complicadas y encontraron en ese ring, en los guantes y en los golpes, la luz al final del túnel, esa luz que esperan les entregue un mejor mañana para ellos y sus familias.
San José se ha caracterizado por ser el cantón más exitoso en cuanto a medallas en las justas, y en el caso del boxeo no es la excepción. Los josefinos, junto a Desamparados, son los que se han llenado de oro en los últimos años en esta disciplina. En el 2018, San José encabezó el medallero de boxeo con 18 preseas doradas, mientras que en el 2017 lograron 20.
Sin embargo, el año pasado un cantón atípico en esta disciplina se metió en el podio. Carrillo conquistó cinco medallas de oro, tres de plata y ocho de bronce, siendo el tercero en el medallero pugilístico. Entre sus figuras están Allen Villalobos, Marcos Gómez y Dylan Matarrita en masculino, y Mariángel Estrada y Yuliana Berrocal en femenino.
Villalobos reveló, en conversación con La Nación, los sacrificios que ha hecho durante los tres años que acumula de experiencia en este deporte, cómo espera ayudar a su familia con su pasión en el ring y lo que significa para él representar a Carrillo.
“El boxeo me ha traído muchas cosas buenas, se me han abierto las puertas y es una experiencia muy buena”, relata este boxeador de 16 años.
Es el único de su familia que boxea. Estudia en el Liceo de Santa Cruz en un horario de 7 a. m. a 2:45 p. m., luego se dedica a sus tareas y se va a entrenar todos los días de 6 p. m. a 8:30 p. m.
Para este joven es fundamental el apoyo de su madre, Cynthia Villalobos, así como sus entrenadores, y espera convertirse en boxeador profesional.
“El boxeo es mi pasión, espero llegar a ser profesional y llevar mi carrera a lo más alto. Desde pequeño dije que quería ser profesional, mi inspiración primero es mi madre y luego otros boxeadores como Hanna Gabriels”.
Él es el mayor de cinco hermanos, y con su carrera en el boxeo sueña con ayudarles a sacar sus estudios, que lleven el camino del bien y sigan su ejemplo de lucha, pues divide su tiempo entre el estudio, los entrenamientos, y el trabajo para ayudar a su madre.
“Quiero ser un buen ejemplo para ellos, eso es lo que un hermano mayor debe hacer. A mi mamá le ayudo, trabajo a veces los fines de semana, porque cuando una madre es madre y padre, hay que ayudarle muchísimo, entonces con lo que yo gano le regalo algo para que ella se pueda ayudar con cosas necesarias”, revela Villalobos.
Por el quinto oro
Así como este medallista de oro, la pugilista josefina Valeria Cárdenas participa este año en sus últimos Juegos Nacionales.
Ella está clasificada a la final de la categoría de 51 kilogramos mayor, por lo que entrará al ring en busca de su quinta medalla de oro consecutiva en las justas, antes de subirse al avión con destino a Lima, Perú, pues está clasificada a los Juegos Panamericanos 2019.
“Me da un poco de nostalgia porque son mis últimos Juegos, pero de igual modo voy con todo, por ese quinto oro. Ya dimos el primer paso en la semifinal y ahora me enfrentaré a una rival fuerte con la que ya me medí y también saqué la tarea”, dijo Cárdenas en un comunicado difundido por la Asociación Costarricense de Boxeo.
Como estos casos, hay otros que esperan salir adelante con sus puños y que los golpes que reciban en el ring los eximan de sufrir un nocaut en su vida.