"Yo intenté rehabilitar a una persona que, por supuesto, yo quedé más destruida que él —que es lo que suele pasar—. Tenía una frase, me llamaba y decía 'no te podés morir antes que yo'. Después entendí que era porque yo lo tenía que mantener", dice Pilar Sordo en medio del escenario, con las luces apuntando al rostro.
De fondo, las risas del público harían pensar a muchos que se trata de un monólogo humorístico. Sin embargo, la que habla es escritora y psicóloga que muestra los resultados de sus investigaciones en una conferencia titulada ¡Viva la diferencia!
Con ese mismo nombre ha llamado a uno de sus libros más exitosos, en el cual recoge 14 características disímiles entre hombres y mujeres, las cuales trascienden lo cultural. Estas fueron determinadas tras estudiar poblaciones diversas durante alrededor de una década.
La chilena ha publicado seis libros en los cuales ha logrado, según cuenta, acercarse a la gente a través de sus propias experiencias: el divorcio, la viudez y otras heridas que desafía al decidirse por la felicidad. Por eso es que se ha convertido en un fenómeno en América Latina y se prepara para llegar a Costa Rica a finales de este mes.
P: Tras estudiar y analizar características masculinas y femeninas, ¿cree que algunas de ellas deberían eliminarse?
PS: Las características intrínsecas a lo masculino y lo femenino, que son las que mostró mi investigación, no dependen de la cultura y creo que, más bien, lo que yo tengo que aprender es lo que el otro hace bien: si no soy buena para retener y cuidar, algo femenino, debo aprender lo que el masculino hace, a soltar y desprenderme. Dejar de hacer lo que me hace mal y quedarme con lo bueno.
En contraparte, lo masculino, que lo que hace bien es soltar, debe aprender a retener y cuidar lo que se posee.
Así ocurre con cada una de las características: todas son tremendamente complementarias en la medida en que cada uno aprende lo que el otro le puede aportar.
P. Ahora, sin embargo, los estereotipos de género están cambiando: cada vez hay más hombres cercanos a su parte "femenina" y mujeres educadas para un mundo "masculino". ¿Cómo cambia el panorama en las nuevas sociedades?
PS: Creo que hemos vivido momentos en los cuales se polarizó más, en que la mujer estaba hipermasculinizada y los hombres hiperfeminizados.
Esta masculinización de la mujer se produce porque ellas se cansaron de escuchar a sus madres y abuelas quejarse de ser mujeres. Por lo tanto, invierten estos roles y asumen características masculinas muy asociadas a la rabia.
Hoy, siento que logramos un equilibrio donde las mujeres entienden que pueden rescatar sus elementos femeninos y desarrollar los masculinos sin traicionar su ser mujer. Y los hombres pueden hacer lo mismo con sus elementos femeninos sin traicionar su ser masculino.
Eso parece mucho más esperanzador en términos de una convivencia más armoniosa, donde cada uno puede sacar lo mejor que tenemos.
P. ¿Cuál sería su recomendación para esa mujer que se da cuenta de que su vida no puede depender de otros, como los hijos, la pareja, los padres, etc.?
PS: La mujer debe aprender a tener proyectos personales, y a decir no: no quiero y no puedo. Debe aprender a delegar y aceptar que las cosas a lo mejor no van a quedar como ella las hace pero puede pedir ayuda.
Cuando una mujer elabora su propia historia en base a los otros, su mundo queda encadenado a ese principio de necesitar y sentirse indispensable. Así, definitivamente cualquier pérdida o movimiento que los otros hagan afecta muy rotundamente su autoestima y su sensación de que la vida perdió sentido porque no está al lado de los otros para poder enfrentarla.
Pero cuando la mujer empieza a tener proyectos personales, es menos importante que el resto de la gente se le muera y se le vaya porque ella ya tiene su propia historia.
P. ¿Cuál sería su recomendación con respecto a la culpa que sienten muchas mujeres cuando empiezan a satisfacer sus propias necesidades?
PS: La culpa se generan por ese principio de necesitar sentirse indispensable: no estoy en el espacio en el que me encuentro, sino que tengo la cabeza donde creo que me necesitan. De esta manera me cuesta mucho anclarme en el presente.
La mejor manera de que la mujer se libere de las culpas es que se anclen en el presente y disfrute cada situación: si tiene una reunión, si hace un pastel para los hijos o si visita a la mamá que esté con ella, pero no pensando en que necesita volver rápido a la casa.
P. ¿Cómo concibe la felicidad?
PS: Este tema forma parte de otra investigación y otro libro, Bienvenido dolor: la felicidad existe en la medida en la que uno la decide. No se puede esperar a que los problemas pasen o se solucionen para tomar conciencia de esa decisión. Esta se tiene que tomar con los dolores que uno está viviendo en la vida. Por ejemplo, yo actualmente tomo esa decisión con mi papá con una enfermedad, con cáncer.
Para tomarla se requieren cuatro condiciones: ser agradecido, fijarse en lo que se tiene y no en lo que falta, tener voluntad para trabajar en la toma de decisión y tener sentido del humor para reírse de uno mismo y poder rescatar las situaciones de aprendizaje que las experiencias dolorosas nos traen.
En Costa Rica
Pilar Sordo presentará su conferencia Viva la diferencia por primera vez en Costa Rica en el Teatro Melico Salazar el domingo 23 de agosto a las 4 p. m. Las entradas pueden conseguirse en el sitio web Eticket.cr y en los puntos de venta en Servimás. Los precios son los siguientes: ¢17,500 (General, cuarto piso), ¢26,000 (tercer piso), ¢28,000 (Segundo piso) y ¢35,500 (primer piso y luneta).