La Academia de Centroamérica acaba de publicar el libro “Ensayos en honor a Cecilia Valverde Barrenechea”, en homenaje a una de sus fundadoras. Educadora por profesión, liberal por convicción, doña Cecilia fue directora ejecutiva de ANFE por 24 años. Desde esa trinchera escribió la columna diaria de ANFE en este periódico, desde mediados de los sesenta hasta finales de los ochenta. Todos los días del año durante 23 años dan cabida a más de 8.000 columnas. ¡Toda una proeza!
El eje principal de sus columnas siempre fue la libertad. Luchó contra las prohibiciones arbitrarias impuestas por los Gobiernos y el abuso del poder. Escribía en una de sus columnas: “El sistema de convivencia social en libertad que ideó la civilización occidental, es el mas nuevo de los sistema políticos. Tan nuevo dentro de la historia de la humanidad que ni siquiera puede decirse que ha sido realizado, sino que se esta realizando. La base filosófica la aportó el cristianismo hace veinte siglos, al declarar que todos los seres humanos son iguales ante Dios y que todos son sujetos de responsabilidad individual, correspondiente a su libertad (a su libre albedrío). Con eso se sentó el fundamento ético-social para la abolición de la esclavitud, no importa cuán enmascarada sea”.
Desde su columna doña Cecilia fue muy crítica del modelo intervencionista de los sesentas y setentas. Sobre todo, se opuso fervientemente a las prohibiciones que imponía el Estado a los individuos, coartando sus libertades, esclavizándolos. Algunas veces a favor de monopolios estatales y otras veces a favor de grupos de interés. Bajo este modelo intervencionista, el país entró en una tremenda crisis a inicios de los ochenta, momento en el cual doña Cecilia escribió: “Vivimos una crisis de organización política debido a un Estado que se ha ido extendiendo y que ha ido acaparando cada vez mayor poder, con menosprecio de la libertad de las personas y también con menoscabo de su propia eficiencia, por haberse perdido la auto-regulación propia de los principios republicanos”.
El problema principal se da por el abuso del poder: “Los poderes discrecionales de los gobernantes, generalmente son usados por ellos con muy poca discreción debido a que les producen mucho gozo. Cuanto mas discrecionalidad haya, mayor es el poder y por eso mayor es la satisfacción de quienes gobiernan”. De ahí que doña Cecilia abogara por un cambio en el modelo económico, en el cual se limitara el poder a los gobernantes de ir en contra de la libertad de los ciudadanos. “La base del sistema político de libertad fue que la soberanía reside en la nación y que el poder de los gobernantes es delegado y sujeto a un marco jurídico que lo limita' la soberanía reside en los consumidores, o sea en todas las personas mediante su libertad de escoger”. Palabras sabias, vigentes hoy y siempre.