¿Volveremos a bañarnos en el río Virilla?

De acuerdo con un estudio de la UCR, al 2018, el 70 % del agua utilizada no se trataba correctamente antes de descargarla

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El mayor desafío nacional no es el agua para consumo, sino el tratamiento de las residuales. Un estudio de las Naciones Unidas revela que el 98 % de la población en Costa Rica recibe agua potable. No obstante, la estadística se refiere al agua extraída de acuíferos, tratada y luego llevada a las casas por las tuberías.

Solamente contamos con cinco plantas de tratamiento de aguas residuales. De acuerdo con un estudio de la Universidad de Costa Rica, al 2018, el 70 % del líquido no se trataba correctamente antes de descargarlo. Esa es la razón por la cual la mayoría de los ríos en la Gran Área Metropolitana (GAM) están contaminados y son inhabitables.

Si nos comparamos con Europa, estamos muy atrás en la solución del problema. En Alemania, es común ir a lagos y ríos en áreas urbanas para pasar la tarde o aprovechar el fin de semana.

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El 97 % de la población está conectada a la red de alcantarillado pública, la cual recibe el agua usada de casas e industrias y la transporta hasta las plantas donde será limpiada y devuelta a ríos o aguas subterráneas.

Suena poco realista en nuestro país. ¿Cuándo nos han invitado a bañarnos en el río Virilla? Parecería una locura. El Virilla y la mayoría de los ríos de la capital son inhóspitos para todo organismo porque las aguas residuales de nuestros hogares se vierten en estos sin tratamiento previo.

El 80 % de las aguas procedentes de procesos productivos o uso cotidiano a escala mundial son vertidas en el medioambiente sin depuración, constituyéndose en una tremenda carga para los ecosistemas y la vida silvestre.

No solo producen malos olores y un color sucio. Los elevados valores de nitrógeno en forma de amoníaco y fosfato, las bacterias y sólidos suspendidos tornan los ríos inhabitables para la fauna.

Otro estudio de la Oficina Nacional de Investigación Económica de Estados Unidos evidenció en el 2013 la correlación de la contaminación del agua y la salud de los infantes. Cuando las madres están expuestas a sistemas de tratamiento de agua que violan el estándar de contaminación (MCL), aumenta la malnutrición del niño al nacer y la prematuridad.

Estamos en un punto crucial para construir nuestra ofensiva y efectuar un manejo de aguas residuales de inmediato, pues después será demasiado tarde para recuperar nuestros ríos y restaurar los ecosistemas.

Si logramos ejecutar esta ofensiva de manejo responsable de agua, veremos cambios inmediatos en el color y olor de ríos y lagos urbanos, más flora y fauna se esparcirá a lo largo de los valles y tendremos miles de destinos limpios para ir a bañarnos y disfrutar de una tarde soleada.

Como hemos escuchado toda nuestra vida, el agua es vida. Depende de nosotros cuidarla y tratarla de forma responsable para así conducir a Costa Rica hacia un futuro sostenible. Estamos a tiempo para salvar nuestros ecosistemas y renaturalizar nuestros ríos.

trojas@superba.co.cr

El autor es estudiante de Ingeniería Civil.