En un reciente editorial La Nación (27/8/2017) se refirió a la necesaria unión aduanera centroamericana, desafío clave para mejorar nuestra competitividad. El editorialista se preguntó si Costa Rica tiene una estrategia en la materia y solicitó a las autoridades nacionales compartirla. Ese es el propósito de las siguientes líneas.
Contexto. Desde 1960 el comercio intrarregional centroamericano ha crecido casi 250 veces (en promedio 11% anual). Según la Comisión Económica para América Latina (Cepal, 2015), el alto costo y la lentitud de los trámites para comerciar bienes en Centroamérica equivale en promedio a un impuesto del 24 % sobre el precio final de las mercancías transadas. Por lo anterior, desde el inicio de la presente administración, tomamos la decisión de redoblar la gestión de los proyectos necesarios para dar solución integral a este problema.
A lo largo de los años, la integración regional ha evolucionado sobre tres pilares: armonización arancelaria, de procedimientos aduaneros y de registros sanitarios — para alimentos, medicamentos, cosméticos, productos higiénicos, alimentos para animales, plaguicidas de uso doméstico y profesional— en todos los países centroamericanos. El segundo y tercer pilar impactan directamente en los tiempos y costos del comercio y resultan críticos.
Estrategia en curso. Desde finales del 2014, con la decisiva participación del Ministerio de Comercio Exterior (Comex), se acordó y concretó en el seno del Consejo de Ministros de la Integración Económica Centroamericana (Comieco), la Estrategia Regional de Facilitación de Comercio y Competitividad, con sustento en el modelo de gestión coordinada de fronteras.
Esta iniciativa atiende, a corto plazo, medidas de carácter prioritario para mejorar las condiciones en los pasos de frontera de la región, tales como la declaración anticipada de mercancías, la agilización y la coordinación de controles migratorios, el intercambio de los certificados fitozoosanitarios de forma electrónica, el registro de unidades de carga con dispositivos de radio frecuencia y la instalación de equipos de escaneo y cámaras en los pasos fronterizos.
A largo plazo, y como componente transversal, la estrategia contempla la puesta en operación de la Plataforma Digital de Comercio Centroamericana. Este instrumento —cuya ejecución se realiza a propuesta y gestión de Costa Rica—, gracias al aporte de ocho millones de euros de la Unión Europea —también gestionados por propuesta de Costa Rica— y que está en su segunda fase de implementación, permitirá automatizar todos los procesos relacionados con las operaciones de comercio transfronterizo en la región, incluyendo la facturación y medios de pago electrónicos para el 100 % de las transacciones.
Ello asegura la armonización y automatización regional de trámites aduaneros, sanitarios y fitosanitarios, eliminando la discrecionalidad de los funcionarios que tanto estorba y resta transparencia, permitiendo: mayor fluidez migratoria, mejor control y seguridad de las transacciones y flujos de mercancías, interoperabilidad regional de los sistemas informáticos y su acceso por parte de todos los operadores económicos de manera directa.
Ámbitos. Desde la perspectiva interna, los esfuerzos de Comex —con el invaluable apoyo de muchas otras instituciones públicas y del sector productivo— por mejorar la situación que nos ocupa, se han focalizado en dos ámbitos: la modernización de nuestros cinco puestos fronterizos terrestres en gestión coordinada de fronteras con nuestros dos países vecinos y la aprobación del Acuerdo de Facilitación del Comercio (AFC) de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y la consecuente creación del Consejo Nacional de Facilitación del Comercio (Conafac), oficialmente integrado ya y operando desde el pasado martes 5 de setiembre.
En relación con la modernización de los puestos fronterizos terrestres, estamos iniciando la ejecución del préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo por $100 millones para tal efecto. Además, las conversaciones de coordinación que hemos mantenido con Nicaragua y Panamá —que se encuentran realizando esfuerzos similares a los nuestros en esta materia—, nos permite garantizar una aceleración pronta de los procesos burocráticos en nuestros pasos de frontera.
Los pasos dados por Honduras y Guatemala en el proceso de profundización de su integración son encomiables. Nosotros estamos avanzados en las bases de acciones similares. Hace pocas semanas, firmamos un acuerdo con Panamá para funcionar también con un sistema de “cabecera única” en nuestros pasos de frontera comunes, con Honduras y Guatemala.
Esperamos concluir pronto un acuerdo con Nicaragua. Las decisiones se dirigen a facilitar nuestro comercio y, con ello, incrementar nuestra competitividad, sin que lo anterior implique sacrificar controles fiscales o de seguridad nacional, sino modernizarlos a partir de los modelos basados en una gestión del riesgo eficiente.
El autor es ministro de Comercio Exterior.