Costa Rica como destino turístico, bajo el lema “sin ingredientes artificiales”, de aventura y sostenible, está bien posicionada en el ámbito internacional.
Gracias a las acciones institucionales y los esfuerzos del sector privado, contamos con una imagen reconocida. Sin embargo, no podemos quedarnos ahí. Otros países vienen por ese camino y nos rebasan en algunos trechos de la ruta.
Es momento de mejorar lo que tenemos y visualizar nuevas espacios de conquista. Es importante identificar oportunidades para diferenciarnos y tomar de nuevo la vanguardia con las metas más altas. Esto implicará repensar el modelo de desarrollo al que aspiramos. Significará innovar, priorizar recursos y acciones, definir nuevos roles en lo público, lo privado y lo académico. Desde luego, será indispensable preparar consistentemente el talento de servicios y conformar un sistema articulado del turismo de alcance nacional.
Qué están haciendo otros países, cuáles son las preferencias del turista mundial, cómo inciden los cambios en las diferentes economías, qué tenemos para ofrecer, qué no hemos aprovechado para mejorar nuestra competitividad, son parte de las preguntas que, quienes estamos en turismo, nos debemos hacer.
Debemos ser propositivos, principalmente cuando lideramos cámaras representativas de los diversos actores involucrados. Las respuestas deben darse mediante análisis amplios y acuerdos concertados, alcanzando el compromiso necesario para impulsar una estrategia nacional exitosa.
Hay una gran cantidad de temas cruciales que nos afectan a todos los sectores económicos, como la seguridad, gobernabilidad, sostenibilidad, infraestructura, tramitomanía, asuntos fiscales, banca, capacitación e incentivos, entre otros. Estos temas deben ser parte de la agenda común de los ámbitos público, privado, académico y comunitario y, sobre todo, ante un próximo gobierno, es oportuno contar con la claridad y el consenso necesarios para alcanzar una visión de largo plazo, renovada y ganadora, del turismo en Costa Rica.
Este pequeño territorio de 51.000 kilómetros cuadrados y cuatro millones de habitantes, visitado por más de dos millones de turistas al año, con una gran riqueza por su gente, diversidad cultural, ambiental, económica y social, debe cuidar y potenciar sus recursos. Por eso, debemos innovar la oferta de experiencias turísticas con identidad regional, pero de clase mundial.
Posición privilegiada. Nuestra democracia y la amplia participación de las pequeñas y medianas empresas en el desarrollo social y económico del país nos ubican en posiciones privilegiadas en el concierto de las naciones, según los estudios de la Organización de las Naciones Unidas y de otros organismos internacionales. Así quedó ilustrado con la visita del presidente estadounidense, Barack Obama, los comentarios de periodistas internacionales y sus razones para recomendar visitar nuestro país. Esto nos lleva a dos aspectos que no debemos perder: la exposición mediática que los eventos internacionales nos aportan, si los sabemos organizar y aprovechar, y la importancia de preservar y fortalecer el tipo de desarrollo por el cual nos admiran, pero corremos el riesgo de perder.
Es tiempo de reinventarnos en turismo a partir de nuestra identidad. Es momento de rescatar esa cultura participativa en la que se privilegie la capacidad y creatividad del costarricense, apoyando los emprendimientos y los encadenamientos productivos en clusters turísticos de excelencia. Las actividades turísticas deben ser experiencias de alto valor para los visitantes y también grandes generadoras de beneficios para la calidad de vida de las comunidades.
Liderazgo propositivo. Canatur, con una junta directiva nueva, entusiasta y confiable, tiene entre sus tareas indispensables fortalecer la organización en beneficio de los afiliados y ejercer un liderazgo propositivo en la política nacional de desarrollo. Representamos los intereses de los grandes empresarios, pero sobre todo los intereses y necesidades de las medianas y pequeñas empresas, que son una amplia mayoría, incluyendo las actividades complementarias en los encadenamientos de la industria.
Por eso, Canatur está convocando a todos los presidentes de las cámaras al primer encuentro taller, el próximo 18 de junio, donde buscaremos el consenso sobre la visión del desarrollo turístico para los próximos 10 años, las prioridades para lograrlo y las acciones impostergables que plantearemos a los futuros gobernantes.
El resultado de este proceso lo estamos cimentando en la esperanza de una amplia participación de más de 50 representantes gremiales, en la guía académica de expertos y, desde luego, el patrocinio de organizaciones con alto sentido de responsabilidad social.