El éxito de hoy no depende de contar con las últimas tecnologías. Las personas y las empresas deben evolucionar rápidamente, adaptarse y tener la capacidad de transformarse por completo. De no ser así, poco a poco el gremio de los taxistas desaparecería.
La innovación es la chispa vital de todo el cambio, mejora y proceso humano. Esto nos ha permitido como seres humanos trascender en distintas épocas y no va a dejar de ser así.
La Casa Presidencial y el Ministerio de Transportes se han pasado el asunto de Uber como el juego de la papa caliente. Si bien es común en los políticos no querer tomar partida en luchas desfavorables, la falta de liderazgo ha llegado hasta tal punto que las protestas, las marchas y la disconformidad sean el diario vivir de los taxistas.
Lo que sucede con Uber es el efecto natural de innovar en las tecnologías. Luchar contra esas corrientes es querer atrasar lo inevitable. No imagino en su tiempo a las empresas tradicionales de correo luchando contra la invención del correo electrónico, a los fotógrafos destruyendo las cámaras de los teléfonos inteligentes, ni mucho menos a las empresas de telefonía bloqueando aplicaciones como WhatsApp para la supervivencia de sus mensajes de texto.
Ventajas. Como fundador y exgerente de Taxible, la primera aplicación para taxis que hubo en el país, debo aceptar que Uber es una plataforma tecnológica que ha venido para quedarse. Veamos:
La tarifa de Uber por kilómetro recorrido es menor a la de los taxistas formales y se conoce con anticipación. Lo primero que enamoró a los usuarios fue la amabilidad y el trato de los conductores. Lo común sobre los taxis formales son las quejas por malos tratos, insultos o incluso amenazas, hasta no querer transportar a los pasajeros en carreras menores a los ¢1.000.
La tecnología nos puede brindar herramientas de seguridad que los medios tradicionales no han podido ofrecernos. Información como el nombre del conductor, placa y tipo de vehículo, ubicación en tiempo real, soporte y comunicación inmediata con la empresa de transporte, lo cual brinda tranquilidad al usuario de que todo va a estar bien.
Eso nos da a los usuarios la oportunidad de crear y moldear con nuestras calificaciones y opiniones el servicio a la medida que deseamos. Eso jamás podrá ofrecerlo una empresa tradicional de taxis.
Otras ventajas de Uber son la limpieza del vehículo, las estaciones de radio deseadas, las facilidades de carga de celular que nos ofrecen.
Hasta aquí, es evidente que Uber lleva una ventaja considerable.
¿Qué deben hacer los taxistas? Según mi experiencia como facilitador de innovación, el gremio debe comprender que la lucha no es contra la tecnología, ni contra el proceso natural de la innovación, porque luchar contra la corriente va a terminar extinguiendo su trabajo.
No se debe perder el norte, el enfoque de la batalla debe ser la mejora del servicio para el pasajero que necesita movilizarse.
Teniendo claro que la razón de ser de los taxis son los pasajeros, se les debe exigir a los dueños de taxis un estándar de servicio que garantice a sus choferes capacitaciones y el gobierno debe establecer tarifas fijas y estandarizadas por ciudad para que los pasajeros conozcan de antemano el costo del servicio e incluso utilizar una plataforma tecnológica que brinde al usuario información de su ubicación, datos del taxi y su chofer.
Posiblemente, estas medidas harán que los usuarios regresen a los taxis, pues la experiencia de un taxista de las calles nunca podrá ser comparable con un recién iniciado (novato) conductor de Uber.
El autor es administrador de negocios.