Más ambición en la reactivación económica

Hay que romper fronteras y aumentar el potencial productivo para alcanzar objetivos de crecimiento por encima del 5 %.

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El Ministerio de Planificación y el Banco Central de Costa Rica proyectaron crecimientos del PIB real para el próximo cuatrienio (entre un 3,3 % y un 3,8 %) que ni siquiera bordean el producto potencial (entre un 4,1 % y un 4,5 %).

Las tasas previstas se atribuyen, sobre todo, a la baja inversión pública y privada, a las alzas en las tasas de interés y a las medidas proteccionistas de nuestro principal socio comercial (EE. UU.).

Tal crecimiento resulta insuficiente para la reactivación requerida para superar la crisis fiscal, obtener mejores calificaciones de riesgo soberano y enfilarnos hacia el progreso. Más bien, reflejan un escenario pasivo de la economía, equivalente a dejar que las cosas sigan igual sin hacer algo significativo por mejorarlas. Hay que romper fronteras y aumentar el potencial productivo para alcanzar objetivos de crecimiento por encima del 5 %.

Para superar en el menor tiempo posible las tasas de crecimiento proyectadas, la salida más rápida y segura es incrementar sustancialmente la demanda de exportaciones de bienes y servicios ampliando, diversificando mercados con nuevos países y regiones y buscando mayor penetración en naciones como China, que además puede brindar mucho dinamismo al turismo.

Por nuestra pequeñez, enfrentamos una demanda externa prácticamente infinita.Mientras el margen de ganancias pueda expandirse por las mayores cantidades vendidas al exterior, conseguidas a punta de productividad y competitividad, la apreciación del tipo de cambio que se vislumbra —por aumento del financiamiento externo para el Gobierno— no debería preocupar a productores y exportadores.

Recursos domésticos. La acumulación de capital y la productividad son, actualmente, los factores más viables para reactivar el crecimiento económico y superar la crisis fiscal. En la medida en que un aumento en la tasa de inversión y en la productividad sean necesarias o deseadas para satisfacer una mayor demanda, deben movilizarse los recursos suficientes para financiar los sectores público y privado, sin causar inflación.

En otras circunstancias, el gobierno habría recurrido a un aumento del ahorro público mediante impuestos, pero la carga tributaria ya es alta. Antes bien, la sociedad considera primordial contraer el crecimiento del gasto público para disminuir el déficit y la deuda y, en alguna medida, liberar recursos para financiar gastos en infraestructura y en innovación tecnológica, en asocio con aportes del sector privado. También espera un Estado más eficiente y decidido a fusionar, cerrar o, incluso, vender sus empresas menos competitivas, en especial las del sector energético.

Es necesario fortalecer la interacción entre la infraestructura real y la estructura financiera. Lo que el sector financiero haga para economizar costos en la canalización de ahorros a la inversión, repercutirá en un incremento en los inventarios de los activos financieros y, eventualmente, en los flujos del PIB real.

La premisa básica debe ser: ”Los ahorros a largo plazo se utilizarán para financiar inversiones a largo plazo”. En ese proceso, las tasas de interés activas tienen gran responsabilidad en el rumbo que tome la formación de capital. Al sector financiero se le presenta una oportunidad para liderar e inducir crecimiento real por medios financieros.

Recursos externos. Una mayor apertura de mercados aumentará la inversión extranjera directa, lo cual traerá mayores flujos de divisas compatibles con la cuenta corriente del exterior, así como habilidad gerencial, personal capacitado, transferencia de tecnología, innovaciones en productos, técnicas de producción más eficientes y conexión con otros mercados.

Para aprovechar esos recursos, el país debe ofrecer personal con adecuado conocimiento, habilidades y destrezas (educación dual). Asimismo, procurar mayores encadenamientos productivos entre las empresas de capital extranjero y las nacionales para generar la mayor cantidad de empleo posible y disminuir la pobreza.

En paralelo a la movilización de recursos, el plan de reactivación económica deberá seleccionar aquellos criterios de inversión y productividad que más aporten a los objetivos de desarrollo que se definan, sin dejar por fuera el crecimiento potencial del ingreso per capita deseado en el futuro.