Foros

Las palabras del ángel

EscucharEscuchar

Cuando el hombre llegó, transido de estupor, a su muerte, el ángel que guarda las puertas del Gran Silencio lo miró con honda preocupación. “Tu expediente vital es un lienzo virgen. No maldijiste, no robaste, no codiciaste a la mujer de tu prójimo, no blasfemaste, no envidiaste, no montaste en cólera, no te permitiste siquiera experimentar la tentación. Fuiste pequeño en tus pecados como en tus virtudes. ¿Pequeño, dije? ¡Ínfimo, nimio, insignificante! Si nunca fallaste notas flagrantes, tampoco creaste un solo momento de magia sonora, digno de ser recordado. Quizás porque lo primero era, precisamente, condición para lo segundo.








En beneficio de la transparencia y para evitar distorsiones del debate público por medios informáticos o aprovechando el anonimato, la sección de comentarios está reservada para nuestros suscriptores para comentar sobre el contenido de los artículos, no sobre los autores. El nombre completo y número de cédula del suscriptor aparecerá automáticamente con el comentario.