EscucharNuestro país cerrará la celebración del mes del turismo con el primer Congreso Internacional de Sostenibilidad, Ecología y Evolución (SEE) y en el marco de este encuentro es trascendental plantear el nuevo reto para la industria turística.
Con el paso de los años, el turismo se ha convertido en una actividad dinamizadora de la economía y promotora del bienestar social. De acuerdo con la Organización Mundial del Turismo, la actividad a nivel mundial representa el 10 % del producto interno bruto, genera 1 de cada 10 puestos de trabajo y se posiciona como el tercer sector exportador más importante, con un movimiento diario de $4.000 millones.
Evolución. Este dinamismo ha provocado que el turismo sea una actividad en constante evolución. Factores generacionales, demográficos, económicos, sociales, tecnológicos, políticos y culturales contribuyen a la transformación de la actividad turística.
Los gustos y preferencias de los turistas han ido moldeando la oferta, lo cual provoca que en la actualidad los viajeros se muestren más interesados por las experiencias auténticas, en las que el contacto con los locales juega un papel fundamental.
Aunque el concepto de sostenibilidad ha predominado en nuestro desarrollo turístico, su evolución nos lleva a promoverlo mucho más allá de la parte ambiental y económica, lo que representa un reto para la industria turística en el cambio de visión hacia la era del progreso social.
Beneficios. El turismo llega donde ninguna otra industria lo hace, democratiza el dólar turístico, brinda oportunidades de emprendedurismo y genera encadenamientos productivos que dinamizan a las economías locales. Además, se fomenta la organización comunal y la promoción cultural, lo cual incentiva el orgullo por la autenticidad de cada pueblo.
Precisamente, Costa Rica demostró que el turismo es una industria dinamizadora que aporta innumerables beneficios a las economías locales y sus habitantes. En el 2017 nos convertimos en el primer país en medir el índice de progreso social en Centros Turísticos (IPS), lo cual fue reconocido por la Organización Mundial de Turismo.
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El IPS establece una hoja de ruta para definir y realizar política pública que atienda las necesidades de las comunidades, fomentando un crecimiento económico inclusivo en cada uno de los centros turísticos estudiados.
Es decir, los líderes y tomadores de decisiones de estos centros pueden desarrollar una agenda de estrategias e intervenciones sociales y, además, con el IPS se puede coordinar con ministerios e instituciones sobre las áreas en las que es necesario redoblar esfuerzos en ciertas regiones, como el reforzamiento de la seguridad turística, el inglés, la conectividad a las tecnologías de la información y la aprobación de los planes reguladores para el ordenamiento territorial, cuatro ejes que se identificaron como potenciadores de progreso social.
Objetivos. También en el 2017 realizamos el lanzamiento del CST 2.0, una herramienta innovadora, competitiva, actualizada, que integra los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidades y los Criterios Globales de Turismo Sostenible para propiciar la diferenciación y calidad de las empresas y del destino al ir a la vanguardia en materia de evaluación de las prácticas sostenibles vistas de forma integral (social, ambiental y económico).
En la actualidad, los diferentes países debaten sobre la relevancia de abrazar la sostenibilidad como batuta del desarrollo turístico y Costa Rica ha ido a la vanguardia al impulsar herramientas que fomentan la sostenibilidad integral y el progreso social; sin embargo, son esfuerzos que requieren seguimiento y el compromiso de los gobiernos para impulsar esos cambios.
El turismo sostenible ya no solo es verde. La sostenibilidad tiene rostro humano y las diferentes empresas y asociaciones turísticas deben evolucionar y velar porque sus negocios promuevan el progreso social, de manera que Costa Rica siga siendo un destino ejemplar en el que el turismo sea un verdadero motor de desarrollo.
El autor fue ministro de Turismo.
