Pasar de dos a cuatro carriles en el tramo Cañas-Liberia, en la ruta 1, significó un gran avance para los costarricenses. Sin embargo, siempre hay espacio para mejorar y, en este caso, para proteger a los animales sostenedores de nuestro turismo y ecosistemas.
He visto muchos animales silvestres atropellados en esta parte, pero, a diferencia de otras carreteras, esta tiene un muro de cemento que divide los carriles en sentido opuesto, lo cual agrava el número de atropellos.
Hace pocos días fue noticia la danta que caminaba por la carretera en Liberia, y por esa danta escribí este artículo.
En los zapatos (o patas) del otro. Imagínese una danta que heroicamente logra atravesar dos carriles y llega viva a la mitad de la calle, pero topa con un muro de cemento de aproximadamente un metro de alto. Su contextura no le permite ni brincar ni trepar. Entonces, camina al lado del muro para hallar dónde se acaba para pasar los otros dos carriles que le faltan. Pero lo que la danta no sabe ni ve (porque la mayoría de los animales cruzan de noche), es que el muro en algunos tramos se extiende por kilómetros y no tiene ni un solo huequito para cruzar. Entonces, debe seguir caminando hasta que pase lo peor, o tratar de devolverse, lo cual para muchos animales no es una opción cuando lo que están buscando es agua.
¿Por qué los animales cruzan? Existen muchas razones que obligan a los animales a cruzar una carretera, pero aquí tiene que ver con el bosque seco: es buscar agua o alimento.
Muchos costarricenses sabemos que es en Guanacaste donde al menos de diciembre a mayo de seguro encontramos sol y mar, y no lluvia y mar. Pues bueno, ¿cómo hacen los animales para vivir en un lugar que tiene poca agua y poca sombra? Una estrategia es viajar a los ojos de agua o moverse hacia las partes altas de Guanacaste, más húmedas que la costa. Por eso, para muchos animales del bosque seco, no es una opción devolverse al encontrar el muro en la carretera porque no hay agua o comida de donde vienen.
¿Cómo arreglar el problema? Costa Rica debería caracterizarse por que el progreso para los humanos no dañe la naturaleza. Al igual que para la danta, para otros animales pequeños, poco ágiles o no trepadores, es una misión dantesca e incluso imposible pasar el muro entre los carriles.
Existen muchas propuestas y planes para hacer las carreteras más amigables para los animales, como pasos subterráneos o elevados. Ojalá esas soluciones se pusieran en práctica, idealmente antes de hacer la ampliación o la carretera nueva, como el tramo Limonal-Cañas.
Siendo realista, muchas de las soluciones están como pegadas del cielo, cuando hemos visto lo que ha costado que se construyan rutas nuevas o ampliaciones.
Por ello, propongo un remedio que es como una curita para el asunto de los atropellos de fauna en carretera, y puede hacerse mañana mismo si las autoridades quieren. El MOPT y el Conavi podrían abrir huecos en el muro que separa los cuatro carriles de la carretera Interamericana para que los animales crucen.
Además, los insto a usar otro tipo de división que no interfiera con el paso de los animales (como las cercas de aluminio colocadas en algunos tramos) en el resto de la ampliación de la ruta Interamericana y para otras carreteras del resto del país.
Mi solución no es la más elegante, pero es práctica.
Estaba trabajando en Cañas y en Liberia cuando hicieron unos huecos rectangulares a esos muros. Pensé que a alguien se le había ocurrido que animales como tortugas, osos hormigueros y dantas no podrían cruzar la calle con ese muro en medio. Incluso animales más ágiles, como felinos, coyotes y venados, sí pueden brincar, pero se arriesgan más al no poder ver del otro lado. Luego me di cuenta de que los huecos eran para los postes del alumbrado público.
Si cortamos los muros para alumbrar la carretera, ¿por qué no podemos hacer unos huequitos para que miles de animales que arriesgan la vida no tengan que toparse con la pesadilla de un muro de cemento?
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Si hay una solución mejor, pues bienvenida. El asunto es hacer algo para mejorar la ampliación efectuada sin pensar en los animales.
Ojalá las próximas ampliaciones y carreteras nuevas tengan los pasos incluidos y no necesitemos abrir ningún hueco en ningún muro nunca más.
La autora es bióloga del Instituto Smithsonian para Investigaciones Tropicales, experta en comportamiento animal.