Una de las debilidades de nuestro país, que se menciona hace tiempo, es la falta de incentivos que motiven a las personas a crear micro, pequeñas y medianas empresas (pymes), en innovación e investigación.
Actualmente, existen fondos para la creación de pymes, como Propyme, para innovación y tecnología; el Fideicomiso Nacional para el Desarrollo (Finade), creado con fondos de fideicomisos agropecuarios; el Fondo de Financiamiento de Desarrollo (Fofide), creado con el aporte del 5 % de las utilidades de los bancos públicos y el Fondo de Crédito para el Desarrollo (Focrede), compuesto por peaje bancario.
Lo anterior es importante; sin embargo, no se pueden dejar de lado otros factores fundamentales para los empresarios: incentivos fiscales, la cooperación y transferencia de conocimiento entre las pymes y el Estado, exportaciones y la estabilidad política y económica del país, aspectos que se toman en cuenta a la hora de establecer una empresa.
Modelos. Si enfocamos esta discusión en los incentivos fiscales, se podría aprender de los modelos que han sido exitosos en países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). En ellos, la mayoría de los incentivos otorgados son para investigación y desarrollo (I+D), lo que ha promovido el desarrollo de nueva tecnología e innovaciones que permiten a los países competir y mejorar su economía.
De acuerdo con el especialista Stefan Kuhn, en Suiza se puede reducir del impuesto a la renta los gastos de I+D o de la obligación tributaria (crédito fiscal). Además, ofrecen créditos en los que la parte elegible de los gastos de I+D se compensa con la tributaria. Adicionalmente, están intentando implementar una “caja de patentes” para crear incentivos, con beneficios de patentes y derechos similares gravados a una tasa baja según el enfoque de la OCDE. Así pueden obtener deducciones adicionales en I+D (voluntarias) de hasta el 50 % de los gastos.
En Francia, las empresas pueden utilizar un crédito del 30 % sobre los primeros 100 millones de euros y otro del 5 % sobre los gastos en I+D, deducibles en el mismo año en que se hagan. También ofrecen a las pymes la opción de pedir un crédito fiscal del 20 % para actividades de I+D, como prototipos y estudios piloto. Además, mediante el régimen de caja de patentes, los ingresos por licencias o los ingresos por la venta de patentes de una empresa francesa se gravan a una tasa impositiva reducida del 15 %, siempre que se cumplan ciertas condiciones previas.
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El estado fiscal de las empresas jóvenes de I+D en Francia permite la exoneración total del impuesto a las ganancias corporativas en el primer año y la mitad en el segundo y están exentas de otros impuestos seguridad social.
Panorama local. El siguiente gobierno dirigirá un país a punto de una crisis económica. Para, al menos, reducir el déficit fiscal será necesario cortar gastos y generar ingresos. Una manera de lograrlo es promover que las pymes generen innovación.
La autora es estudiante de la Maestría en Gestión de la Innovación.