Hallazgos en la Zona Azul costarricense

El año pasado finalizó una investigación del Hospital Nacional de Geriatría y Gerontología sobre el estado y la calidad de vida de los costarricenses centenarios de la Zona Azul en la península de Nicoya. Algunos de sus hallazgos refuerzan la hipótesis de que su longevidad está ligada al estilo de vida saludable.

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El Hospital Nacional de Geriatría y Gerontología realizó la investigación “Perfil clínico, psíquico, funcional y social de los centenarios de la península de Nicoya”, la cual concluyó a finales del 2017.

Una Zona Azul es un área de mayor longevidad. En el mundo existen solo cinco: Okinagua en Japón, Cerdeña en Italia, Icaria en Grecia, Loma Linda en California, Estados Unidos, y la península de Nicoya en Costa Rica.

Para la realización de esta investigación se contó con el aval del Comité Ético Científico local y del Consejo Nacional de Investigación en Salud. Además se solicitó el consentimiento informado, el cual tuvo la anuencia tanto del centenario como de un familiar.

Metodología. Se inició con un proceso de inducción en el Hospital de la Anexión, en Nicoya, con las autoridades de las Áreas de Salud de los cinco cantones de la zona: Carrillo, Santa Cruz, Hojancha, Nandayure y Nicoya. Luego los investigadores se trasladaron a la Península, con el fin de evaluar, in situ, a cada uno de los 43 centenarios que en ese momento componía la totalidad. El objetivo es aclarar, desde el punto de vista geriátrico y gerontológico, los factores de éxito de este grupo poblacional, para utilizar esa información en el desarrollo de programas de prevención y promoción de un envejecimiento exitoso.

Una vez concluida la recolección de información, debidamente procesada y analizada se compartió con la Dirección Regional de Salud de la zona, con la Dirección General del Hospital de la Anexión, las Áreas de Salud y con los Ebáis donde están adscritos los pacientes centenarios con el objeto de que se les brinde seguimiento. Además, en los casos en los que se detectó alguna enfermedad aguda se coordinó con el Hospital de La Anexión para ser estudiados y tratados con el geriatra local y nuestro apoyo.

Nos aseguramos por tres rutas diferentes de que esta información llegara a todos los médicos que tenían la responsabilidad de estos centenarios. Se realizaron más de 50 diferentes exámenes, entre los que se contemplaron: fuerza de prensión, electrocardiogramas, test de la memoria, marcha, funcionalidad, actividades de la vida diaria, depresión, autopercepción (cómo se perciben ellos mismos), y múltiples exámenes de laboratorio. Con todos estos resultados se hizo un análisis integral, evaluado por dos médicos especialistas en geriatría y gerontología.

Perfil. Los centenarios viven en áreas rurales y están a distancias considerables entre ellos, por lo que se invirtió tiempo en los traslados del equipo a cada domicilio. Todos están en áreas separadas, pero dentro de los cinco cantones que componen la Zona Azul.

De estos 43 centenarios 25 eran mujeres y 18 hombres. Predomina la viudez en las mujeres, que suman 20 centenarias. La edad promedio es de 102 años. Esto se comprobó por medio de las constancias de nacimiento del Registro Civil y del bautismo de la Iglesia católica. La mayor concentración está en Santa Cruz, seguida de Nicoya. Las mujeres tienen en promedio más de seis hijos, la mayoría de los centenarios viven con su familia y solamente dos viven en el Hogar de Ancianos de Nicoya. El grado de espiritualidad es muy bueno, la mayoría es católica, tienen un buen apoyo familiar con tres, cuatro y hasta cinco generaciones alrededor.

En cuanto a enfermedades crónicas, la principal fue visual, por cataratas intervenidas quirúrgicamente, hay presencia de hipertensión arterial (menor que en la población adulta mayor general), diabetes mellitus solo hubo cuatro casos, cáncer, tres casos; cardiopatía isquémica (irrigación precaria en corazón) se detectaron cuatro casos, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, nueve casos; y dos de anemia severa.

Nos llamó mucho la atención el uso de medicamentos: menos de uno por persona, lo que constituye la cifra más baja reportada por la literatura médica mundial a nivel de adultos mayores. El patrón del sueño fue en promedio de ocho horas diarias y solo siete casos tomaban algún medicamento para dormir.

En cuanto al estado anímico, 30 casos respondieron estar satisfechos, solamente uno tuvo un puntaje de diagnóstico de depresión, lo cual refleja la satisfacción de su estado de vida.

Alimentación. En relación con la nutrición, su dieta es rica en granos, frijoles, maíz, legumbres, cerdo, animales de corral, productos lácteos (queso tipo cuajada), frutas, verduras, baja ingesta de harinas y carbohidratos; su dieta, aunque modesta, es suficiente. No se encontró ningún índice de masa corporal en rango de obesidad.

Respecto al estado funcional, los hombres presentaban mejor funcionalidad que las mujeres. Con base a las pruebas realizadas, seis no podían deambular ni pasarse de la cama a la silla, u otros movimientos.

Los exámenes de laboratorio se revisaron en dos ocasiones para tener certeza que estaban correctos. Se lograron detectar dos casos en anemia severa. En cuanto a electrocardiogramas, el 20 % no presentó ninguna afectación.

Estas personas han sido muy activas, trabajaron en el agro y tienen su parcela y habitaciones modestas donde viven rodeados de su descendencia, que les apoya presencialmente. Debemos aprender mucho de ellos en cuanto a la actitud hacia la vida, sus buenos hábitos de salud y su gran espiritualidad.

El autor es director del Hospital Nacional de Geriatría y Gerontología.