Foro: Trump fue reivindicado

El informe del fiscal especial, Robert Mueller, deja en evidencia la campaña de los demócratas y los medios para desprestigiar a Donald Trump.

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El final de la investigación del fiscal especial, Robert Mueller, y sus conclusiones de exonerar al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha generado una histeria colectiva sin precedentes en los miembros del partido demócrata, en la prensa anti-Trump de Estados Unidos y hasta en prestigiosos medios de comunicación nacional.

Después de 22 meses de propaganda, una cacería de brujas y continuas noticias falsas, Mueller no encontró coordinación ni vínculo alguno entre la campaña de Trump y Rusia, como sus detractores lo repitieron y aseguraron hasta el cansancio. Su veredicto fue contundente: no hubo coordinación con Rusia ni obstrucción de la justicia.

La emboscada que montó la administración Obama para contar con una póliza de seguro, en el caso remoto de que Trump ganara, tuvo la logística y dirección del Departamento de Justicia y el FBI, los cuales, en coordinación con espías foráneos, como Christopher Steele, fabricaron un documento lleno de falsedades que dieron pie para solicitar órdenes judiciales y espiar a miembros de la campaña de Trump. Inventaron vínculos con individuos que se hicieron pasar por rusos para ofrecer información negativa de Hillary Clinton, como sucedió con George Papadopoulos. También, enviaron a reunirse con Donald Trump Jr. a la abogada rusa Natalia Veselnitskaya, quien ofrecía información potencialmente perjudicial para Clinton, pero, antes y después de la cita, se reunió con Fusion GPS, firma contratada por el partido demócrata, para preparar el documento elaborado por Steele.

Lo anterior con la finalidad de justificar una “operación de contrainteligencia” dirigida por los agentes del FBI, Peter Strzok y Lisa Page, quienes, en sus mensajes de texto, evidenciaron su odio por Trump y sus partidarios.

Conducta reprochable. En repetidas ocasiones, comentaron acerca de esa póliza de seguro, aunque nunca creyeron necesitarla, pues Strzok vaticinaba el triunfo de Clinton de un millón a cero. Strzok se quejaba del mal olor que expedían los seguidores de Trump en Walmart y, de forma repetitiva, se abocaba a hacer comentarios peyorativos del candidato republicano y su familia. O sea, la investigación de la novela rusa y la campaña de Trump estaba dirigida por la negación de la imparcialidad y objetividad y, cuando estalló la bomba de la derrota de Hillary Clinton, no les quedó más que aplicar un plan B que fue, a toda costa, remover, sin tregua y por todos los medios, al presidente democráticamente elegido de Estados Unidos.

Ahora, con el informe rendido por Mueller, la desesperación y el descontrol se han acentuado, y la canción es la misma: 23 rusos acusados por “interferir en Facebook en la campaña”, Paul Manafort y Michael Cohen sentenciados por evasión de impuestos y Michael Flynn (quien no está en prisión) y George Papadopoulos sentenciados por mentir al FBI, aunque no fueron hallados culpables de estar en coordinación con Rusia ni de obstruir la justicia.

En un afán de mantener vivo al muerto, la prensa anti-Trump estadounidense y nuestros prestigiosos medios se aferran a lo que puedan encontrar, lo que investiga el fiscal del segundo distrito de Nueva York, ahora de los negocios empresariales de Trump de los últimos 50 años, cruzan los dedos para que alguna basura se le pueda pegar a Trump, desacreditan y cuestionan la integridad del fiscal general, William Barr, e insinúan contubernio de este con el presidente.

La objetividad es inexistente: no hay crisis en la frontera con México, es fabricada; no hay completa exoneración en el reporte, es limitada; no hay confianza en el fiscal general, es manipulado. El problema de cruzar esta línea de parcialidad, como en el caso de la prensa estadounidense, radica en poner en peligro su propia credibilidad y confianza como medio ponderado y equitativo y no como accesorio y difusor del partido demócrata, la nueva izquierda radical, antisemita y proinfanticidio de los Estados Unidos.

Va a ser interesante ver cómo cubren la noticia del segundo tiempo de este partido cuando se inicie la investigación sobre el comienzo de esta farsa y los responsables que la orquestaron.

aragur@racsa.co.cr

El autor es empresario.