Si bien para el ministro de Hacienda, Rodrigo Chaves, representa una indisciplina fiscal perjudicial en tiempos normales para el país y mayormente en tiempos de crisis, para las municipalidades, y principalmente para las nuevas autoridades, debe ser una oportunidad para hacer bien las cosas, una oportunidad para dejar de tener déficits, una ocasión para invertir más en las necesidades reales del cantón, una oportunidad para reactivar la economía.
Liberar las municipalidades de la regla fiscal, más que generar problemas macroeconómicos o fiscales, obliga a los gobiernos locales a atender con diligencia la emergencia.
En una crisis económica, las municipalidades tendrán la posibilidad de desempeñar un papel fundamental en la dinamización de la economía mediante la inyección de liquidez a cada localidad a través de la contratación de personal, la adquisición de servicios y la compra de bienes.
La población en general espera que este portillo abierto no se convierta en una piñata y, más bien, genere valor comunal y colectivo a la sociedad, por lo cual las nuevas autoridades y la Contraloría General de la República deben ser garantes de que se usen los recursos con eficiencia, satisfaciendo siempre el interés público.
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El autor es director administrativo financiero de la Municipalidad de Siquirres.