El éxito de las medidas sanitarias depende de la responsabilidad con que las asuman los actores sociales: las instituciones del Estado, la población y las organizaciones comunitarias, laborales y privadas.
Cuando surge una amenaza mundial, como el coronavirus 2019-nCoV, debemos tomar medidas individuales y colectivas con el fin de mitigar todo riesgo de transmisión y para protegernos mutuamente, como un rebaño.
Hoy, más que nunca, estamos llamados a actuar con cordura, rapidez y determinación. El pánico no debe paralizarnos, pues las consecuencias de no hacer nada serán funestas y podríamos lamentarlas.
Los costarricenses han demostrado, en diversas oportunidades, que la protección de la salud es una devoción, y gracias a las medidas adoptadas otrora, el país ha soportado y evitado la propagación de agentes infecciosos que han puesto en grandes apuros a otras naciones.
Los ejemplos sobran. Basta con recordar la epidemia del cólera que afectó al continente americano en la década de los noventa, la pandemia H1N1 y, más recientemente, la expansión del virus del sarampión en diferentes países.
Los efectos devastadores que se proyectaban se detuvieron gracias a las medidas higiénicas y sanitarias tomadas en su momento y que deben formar parte de nuestro estilo de vida, como lo es el protocolo para estornudar y toser.
Estas prácticas higiénicas, tan simples y de bajo costo, tienen un gran beneficio en la salud de la población.
El lavado de manos es una práctica centenaria y debe entronizarse en nuestro medio siempre: antes de preparar, manipular y consumir alimentos. También, después de usar el servicio sanitario o de cambiar pañales a bebés y adultos mayores.
Se debe abandonar la práctica de vender y consumir productos preparados en la calle, de dudosa procedencia o mal empacados. Deberíamos rechazar de una vez por todas las ventas callejeras.
Atender consejos. Hoy, más que nunca, debemos ser más cuidadosos y extremar las medidas higiénicas que los especialistas de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) y del Ministerio de Salud están difundiendo.
El advenimiento de una nueva cepa de coronavirus nos obliga a ser más cautelosos y a cuidarnos más.
Seamos más exigentes con nuestra salud y la de nuestras familias. Exijamos, dondequiera que estemos, lavamanos con agua y jabón para enfrentar no solo el brote de coronavirus, sino también los numerosos agentes que durante el año afectan a miles de costarricenses en todos los rincones del país.
Si bien instituciones como la CCSS realizan cotidianamente un gran esfuerzo para mantener los estándares de salud, se necesita una acción ofensiva y defensiva de toda la población capaz de establecer un gran escudo contra las diferentes enfermedades que amenazan por doquier nuestro bienestar, pues la salud es una responsabilidad compartida.
El autor es gerente médico de la CCSS.