Foro: Inflación oculta

Una serie de costos no son tomados en cuenta a la hora de calcular las cifras oficiales, entre estos los generados por el congestionamiento vial y la mala calidad de la infraestructura.

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Costa Rica es un país con un costo de vida relativamente alto, es evidente, incluso si se compara con otros con ingresos per cápita muy superiores, como Chile, México y España.

Producir en Costa Rica es caro, en parte, como resultado de la ineficiencia operativa del sector público, lo cual se traduce en trabas para el ingreso de las empresas al mercado y regular sus actividades.

Las deficiencias, además de imponer obstáculos a la competencia, han detonado los déficits y la deuda, reducido la inversión en infraestructura y afectado el crecimiento económico, actualmente bajo y desacelerado. Por otra parte, la productividad es muy baja, especialmente en actividades dirigidas al mercado interno, lo que tiene contenidos los salarios.

Inflación e IPC. Podría llamar la atención que lo caro del país no se refleje en los datos oficiales de inflación del Instituto Nacional de Estadística y Censos, basada en el índice de precios al consumidor (IPC) de una canasta de 315 bienes y servicios que consumen hogares de zonas urbanas y rurales del país.

En efecto, en los últimos 10 años la tasa de inflación ha presentado valores por debajo del 10 %; más aún, desde el 2015 el promedio ha sido inferior al 4 %. La aparente contradicción desaparece si se considera que, como en otros países, la medida de inflación es parcial, pues no abarca buena parte del mercado de bienes y servicios, ni tampoco otros mercados como el de trabajo y el de activos reales y financieros.

Lo que sucede. Una serie de costos en la economía no se contemplan en las mediciones oficiales de inflación y, por tanto, quedan ocultos en transacciones tales como: a) gastos de empresas en inversión (tecnología y equipo) e insumos y demás materias primas; b) gastos en salarios y otras remuneraciones del mercado de trabajo, con incrementos desmedidos, sobre todo, en el sector público, no compensados por aumentos en la productividad; c) márgenes de intermediación financiera; d) comisiones e intereses aplicados a tarjetas de crédito y las ventas a plazo en el comercio; e) compra y venta de viviendas y otros edificios, terrenos y fincas, generalmente a precios en dólares; f) costos de matrícula y mensualidades en la educación privada; g) sobrecostos en proyectos de instituciones públicas en carreteras, represas y otras obras mal administradas, cuya construcción sufre demoras excesivas; h) gastos por trámites engorrosos y carencia de ventanillas únicas en instituciones reguladoras; e i) gastos ocasionados por congestionamientos viales debido a poca cantidad y mala calidad de la infraestructura y a ordenamientos incomprensibles, como el peaje cercano al aeropuerto en Alajuela.

Precios del mercado de activos financieros. Los precios de transacciones por compra y venta de activos financieros y pasivos también deben agregarse a la lista de costos ocultos. Toda esa información permitiría estudiar el comportamiento del mecanismo de precios de los diferentes mercados ante presiones inflacionarias de tipo coyuntural y estructural.

Por lo demás, un índice de precios de activos sería de utilidad a los rectores del sector financiero, pues el control de la estabilidad de la inflación oficial y las medidas prudenciales impuestas a las instituciones supervisadas no son suficientes para garantizar la estabilidad financiera.

En efecto, una política monetaria de inflación baja y estable es perfectamente compatible con una crisis financiera, como sucedió en los años 2007 y 2008 a consecuencia del estallido de la burbuja inmobiliaria en Estados Unidos.

Expectativas inflacionarias. Es posible que las expectativas inflacionarias de los agentes económicos no solo se basen en el comportamiento de los precios del mercado de bienes y servicios (inflación IPC), sino también en los precios del mercado de activos reales y financieros, o aun en los salarios medios del mercado de trabajo.

Esto es, al formar sus expectativas, los agentes podrían estar utilizando un concepto amplio de mercados y riqueza. Es posible que la sobreestimación de las expectativas inflacionarias registrada en la presente década —por arriba del porcentaje medio de tolerancia de las metas de inflación del Banco Central— esté más alineada con la evidencia de que efectivamente Costa Rica es un país más caro de lo reflejado en las cifras de inflación oficiales.

cblancood@gmail.com

El autor es economista.