Foro: Enfermeros en desventaja

Aunque hoy son tan necesarios, los profesionales en Enfermería afrontan problemas laborales.

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La enfermería afronta un cambio etario y de formulación de conocimiento. La profesión lucha por no ser aquella sumisa a otras ramas de conocimiento en materia de salud. Somos un cuerpo sólido, de conocimiento científico y humanismo que empleamos de manera ética.

Académicamente, los estudiantes cumplen un plan de estudios de cuatro a seis años para optar por el grado de licenciatura y colegiarse después.

Hay profesionales con otros grados académicos, como maestrías, tanto académicas como profesionales, y doctorados en Ciencias de la Enfermería.

Durante la actual pandemia, los medios de comunicación, figuras públicas y la población en general han reconocido nuestra labor y entrega, reconocimiento que se agradece y se corresponde con el compromiso de seguir luchando y cuidando las vidas humanas de quienes están en nuestras manos.

Momentos difíciles. No obstante, a pesar de los reconocimientos, la profesión atraviesa momentos difíciles. Nuestros líderes, elegidos democráticamente por los profesionales en Enfermería, no han dado soluciones a los problemas que nos aquejan, entre estos el desempleo, la subcontratación y el ejercicio de otras figuras ajenas a nuestro campo, por ejemplo, los asistentes de pacientes o cuidadores.

La subcontratación es un problema surgido hará unos 15 años, tanto en el sector público como en el privado. Consecuencia de eso es la frustración, baja autoestima e impotencia, pues la mayoría se encuentra subcontratado bajo el perfil de auxiliar de enfermería, lo cual legitima a las empresas a pagar un salario inferior a una persona con un grado profesional alto.

Ni que decir del desempleo. Son muchos los profesionales realizando labores distintas a las que dedicaron sacrificio y horas de estudio. Conozco enfermeros y enfermeras que laboran en supermercados con tal de suplir sus necesidades económicas y familiares.

Origen. El problema es multifactorial, pero solo citaré dos: los ilimitados egresos de estudiantes de Enfermería de las universidades privadas y el desconocimiento de la población sobre la saturación de profesionales en el país.

El dardo final para nuestra profesión, como lo mencioné antes, es la contratación de no graduados en Enfermería, sino en las varias academias donde ofrecen cursos de formación de asistentes de pacientes, cuidadores, asistentes técnicos de salud y si continúo no termino de mencionar la cantidad de figuras que comprometen hoy la salud de los costarricenses.

En vista de esta clara intromisión y hasta ejercicio ilegal de la profesión, urge una actualización de la ley, una reforma estudiada a fondo por los mejores profesionales en Enfermería del país.

El proyecto de ley no debe ser enviado prematuramente a la Asamblea porque, a la postre, podría salir más caro.

En manos de las enfermeras y de los enfermeros está el futuro de nuestra amada profesión, no hay duda de que juntos podemos hacer cosas maravillosas por nuestra disciplina y favorecer con ello a la población costarricense.

Quejarnos en las redes sociales no ayuda en nada. Acerquémonos a nuestro colegio profesional, es ahí donde tomamos las decisiones, donde discernimos, apoyamos y crecemos como profesionales y seres humanos.

diegolb1609@gmail.com

El autor es enfermero.