Foro: El ICE se queda sin el queso

El Salvador, Guatemala y Panamá hacen negocios para abastecerse con otras energías.

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La Asamblea Legislativa salvadoreña aprobó una concesión de espacio marítimo-terrestre para instalar la primera planta de gas natural importado en el municipio de Acajutla. La obra se llevará a cabo mediante una inversión de $800 millones de la empresa Energía del Pacífico y tendrá capacidad para generar 355 megavatios. Se crearán cien empleos permanentes y mil temporales.

Lo anterior significa que al Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) le están comiendo el queso. Me explico. El ICE ha sido líder en el Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) para desarrollar el Mercado Eléctrico Regional (MER), el cual constituye una red de redes nacionales interconectadas regionalmente, que permite desde Panamá hasta Guatemala abastecerse de energía eléctrica de alguno de los otros países, cuando así lo requiera y el precio sea adecuado.

El MER, aunque tiene carencias, posee varias instancias que le dan vida: el Ente Operativo Regional (EOR), la Comisión Regional de Interconexión Eléctrica (CRIE) y el Sistema de Interconexión Eléctrica de América Central (Siepac).

La idea es que los países de Centroamérica se abastezcan a sí mismos de energía eléctrica, ojalá de fuentes renovables y lo menos contaminantes posible.

Costa Rica es uno de los países que potencialmente está en mejor capacidad de suplir las necesidades electroenergéticas de sus socios centroamericanos, una vez satisfechas las suyas, lo cual se logra exportando energía por el cableado del Siepac.

Inversiones. En ciertas épocas del año, Costa Rica cuenta con una fuente inmediata de abastecimiento. Sin embargo, así como El Salvador invierte hoy en una planta de gas importado, Guatemala también compra gas en el extranjero.

Panamá, por otro lado, está pronta a interconectarse con Colombia y empezará a consumir energía de carbón natural, más contaminante que el gas natural. Son negocios de exportación que el ICE ha dejado ir y, por ende, el país.

Es posible pensar, como el suscrito, que algo ha andado mal en el ICE en los últimos años, pues pareciera han abundado los errores técnicos y gerenciales, especialmente, de cálculo financiero y opacidad informativa.

“La joya de la corona”, para quienes valoramos el modelo de economía mixta y al ICE, está en una situación precaria, por lo cual se ve obligada a solicitar aumentos de tarifas y reducir gastos. Esto último no está mal porque es deber de toda empresa pública o privada mantener la solvencia y ser eficiente en el uso de los recursos. Se espera, además, eficacia en el cumplimiento de sus obligaciones y metas.

En el país se ha visto la producción de energía para exportación como algo casi demoníaco. Leí artículos periodísticos sobre el proyecto Diquís, ya abandonado, como impropio porque pretendía exportar energía al MER por vía del Siepac.

Actitudes perjudiciales. Es como si exportara agua, la cual, para el caso, sirve simplemente para mover las turbinas generadoras de electricidad y, luego, lastimosamente, se deposita en el mar. Actitudes negativas como esas no ayudan, más bien complicaron negociaciones que debieron ser ganar-ganar para las partes involucradas, lo que, unido al descalabro de nuestra “joya de la corona”, han contribuido a que al ICE le coman poco a poco el queso en Centroamérica.

cmecheverria@yahoo.com

El autor es exembajador de Costa Rica en El Salvador.