La maestría en liderazgo no se mide solo por resultados, sino también por la capacidad de crear espacios donde el éxito empresarial y el bienestar de los empleados se entrelacen.
¿Cuáles son las habilidades gerenciales que todo líder debería poseer? Podemos pensar en comunicación asertiva, toma de decisiones, empatía, trabajo en equipo, gestión del tiempo, motivación, gestión del cambio, delegación y otras que probablemente vienen a su mente, pero que no están en esta lista y son igual de relevantes.
Las anteriores son habilidades fundamentales y siempre estarán entre las principales, ya que el liderazgo no se trata solo de dirigir, sino de cultivar capacidades que inspiren y motiven a los demás a dar lo mejor de sí mismos.
¿Qué papel desempeña la felicidad en el trabajo? ¿Es necesario ser una persona feliz para dirigir? ¿Es relevante transmitir felicidad al personal? ¿Es la felicidad una habilidad gerencial?
Si bien muchos autores y psicólogos coinciden en que la felicidad eterna no existe y que, en la vida y el trabajo, enfrentamos muchas dificultades, la mayoría está de acuerdo en que las personas siempre procuran sentirse bien. Buscan afecto, reconocimiento y satisfacción, que, en última instancia, les proporciona una sensación de felicidad.
Una reciente encuesta sobre liderazgo y felicidad, dirigida por el académico Alberto Ribera de IESE Business School y Antonio Núñez de Parangon Partners, revela que el 83 % de los líderes consultados se consideran bastante o muy felices. Además, el 74 % de los CEO están profundamente comprometidos con crear entornos laborales felices y piensan que un líder feliz contribuye a un entorno laboral positivo y, a la vez, acrecienta su propia felicidad.
Estos líderes entienden que es un camino lleno de desafíos, pero guiado por un fuerte sentido de propósito y una orientación hacia el bienestar de los demás.
¿Qué sucede si el jefe es un líder que motiva o impulsa todavía más para alcanzar la satisfacción laboral? Ese impulso y la motivación compensan los días que a veces nos parecen malos.
Una famosa cita atribuida al filósofo chino Confucio dice: “Elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida”. Aunque no se aplica en todos los casos y es cierto que enfrentamos días difíciles en nuestros empleos, lo cual es completamente normal, si la persona está en un puesto que la apasiona, la motiva y le produce bienestar general, es probable que esté en un trabajo que le causa felicidad.
Aunque parezca utópico, un líder feliz influye significativamente en el equipo de trabajo. Basado en mi experiencia, puedo asegurar que cuando influimos positivamente en las personas a nuestro cargo, la mayoría de las veces responden de manera similar. Además, si este enfoque se mantiene constante, la gente tiende a estar más satisfecha a largo plazo.
Propiciar una cultura organizacional basada en la felicidad es fundamental para el bienestar de los empleados y el éxito sostenible de una empresa. Los estudios de expertos en este campo demuestran que la productividad y el desempeño mejoran.
Como bien dijo Dale Carnegie, la vida es en gran parte lo que uno decide hacer de ella. Sonreír y mantener una actitud positiva es sencillo y trae grandes beneficios al líder. Esta actitud contribuye a que el equipo se sienta realizado y satisfecho con sus tareas diarias, especialmente en un entorno en el que se exige cada vez más trabajo y compromiso.
El autor es director de la Escuela de Administración de Negocios y Economía de la Universidad Fidélitas.
Texto producido durante un taller sobre cómo escribir un artículo de opinión, impartido a directores, subdirectores de carrera y profesores de la Universidad Fidélitas por Guiselly Mora, editora de La Nación.