El 25 de abril de este año un interesante reportaje titulado “Agroexportadores presentan graves síntomas de decadencia” analizó la situación de algunos productos y puso sobre la mesa varios aspectos relacionados con el sector agroexportador.
Dada la importancia del tema, me parece conveniente contribuir a esta discusión con la siguiente información:
Las exportaciones agrícolas han crecido significativamente. Durante el período 2005-2010, las exportaciones de productos del agro crecieron un 54%, pasando de $2.100 millones en el 2005 a $3.300 millones en el 2010.
La participación relativa de estas exportaciones en el total también creció, pasando de representar 30,9% del total en el 2005 a 35,5% en el 2010.
Las exportaciones agrícolas se han diversificado. En el 2005, 594 empresas exportaron 261 productos agrícolas; en el 2010, 646 empresas enviaron al mundo 291 productos del sector, para un crecimiento, en cada una de esas variables, del 11% y 9%.
El sector agroexportador ha confirmado su fortaleza. Las exportaciones agrícolas en el año 2009 sufrieron una contracción importante como consecuencia de la grave crisis económica en los mercados de destino, principalmente Estados Unidos.
Sin embargo, la recuperación en el 2010 fue inmediata, alcanzando una cifra récord de exportaciones de $3.300 millones. Desde la óptica de algunos productos o subsectores específicos a los que se refiere el artículo citado, es importante destacar lo siguiente:
Durante el período 2005-2010, las exportaciones de frutas crecieron 68%, llegando a alcanzar en este último año $1.500 millones.
Más aún, este es un sector que enfrentó una contracción muy pequeña en el 2009 y que tuvo una recuperación inmediata en el 2010, en parte por el amplio y acelerado desarrollo de la piña.
En el caso particular del melón, el ingreso de otros actores en el mercado estadounidense, así como la crisis económica de ese país afectaron la actividad melonera nacional. El área sembrada de esta fruta decreció 36% entre el 2007 y el 2010.
Si se analiza, sin embargo, la evolución del área sembrada de otros productos en la misma zona productiva del melón, se observan crecimientos considerables, del orden del 63% para la piña y 41% para el arroz, con lo cual se evidencia una sustitución de cultivos y el paso de muchos meloneros a sembrar piña o arroz – en el primer caso por el éxito de la fruta en el mercado; en el segundo, por la distorsión generada por la fijación oficial del precio al productor–.
Las exportaciones de legumbres y hortalizas, por su parte, pasaron de $90,7 millones en el 2005 a $114,3 millones en el 2010, representando un crecimiento del 26%.
En términos de volumen, en este último año se exportaron más de 184,7 millones de kilogramos, 14 millones más que la cifra del 2005.
El sector de plantas y follaje tuvo una contracción importante, producto de la crisis económica del 2009, lo cual hizo que las exportaciones cayeran en este último año en relación con el 2008, pasando de $197,8 millones a $163 millones.
Los datos del 2010 muestran, sin embargo, exportaciones por $172,6 millones, lo que representa una recuperación del orden del 6%.
Otros productos agrícolas primarios han tenido también un comportamiento positivo durante los últimos 5 años.
Este es el caso de las exportaciones de café, que han crecido un 12%, así como las de semillas y frutos oleaginosos, con un crecimiento del 26%.
Es muy importante destacar también el fortalecimiento del subsector de productos agrícolas procesados, incluyendo el caso de las preparaciones y embutidos de carne que crecieron 146% entre el 2005 y el 2010; el azúcar y artículos de confitería, que presentan crecimientos de más de 100%; y las preparaciones a base de cereales y cacao cuyas exportaciones hoy en día en comparación con el año 2005 son superiores en 91% y 80%, respectivamente.
Destacan también las preparaciones de legumbres y hortalizas, con un crecimiento durante el período en cuestión del 60%, y las grasas y aceites, que muestran un incremento del 80%.
El sector agroexportador aporta divisas, empleo y crecimiento en muchas regiones del país.
Su desarrollo futuro no está exento, por supuesto, de desafíos, entre ellos la apreciación del tipo de cambio, el ingreso de nuevos competidores en el mercado o el impacto del cambio climático.
El sector, sin embargo, ha demostrado ser dinámico, fuerte y flexible, con lo cual está en un buen punto de partida para abordar, en conjunto con el Gobierno, los retos futuros.