A partir de las notas de prensa publicadas con los resultados más recientes del examen de incorporación al Colegio de Abogados y Abogadas se ha generado una serie de comentarios y posiciones, en algunos casos especulativos, otros que parecen procurar la defensa de intereses particulares y, afortunadamente, también han surgido una buena cantidad de sugerencias constructivas y acertadas.
La ruta que ha llevado el examen de excelencia del Colegio de Abogados, tiene como objetivo central mejorar la calidad y capacidad de los profesionales en Derecho que se dedicarán a la profesión de la abogacía, con la trascendencia y el impacto cada vez mayor que eso significa para nuestra sociedad.
La comunidad vinculada al ámbito jurídico y la Costa Rica del Siglo XXI deben tener como emblema el ejercicio permanente del mejoramiento educativo, con profesionales que se enfrenten de manera adecuada, con responsabilidad, conocimiento y profesionalismo a las exigencias cada vez mayores en el campo privado, el sector público y en la administración de justicia. Esta es una tarea país con la cual el Colegio de Abogados tiene un compromiso permanente.
Examen. La prueba impartida por nuestro Colegio ha sido construida con la seriedad requerida y sobre la base de los criterios técnicos y especializados que son necesarios al respecto. Evalúa conceptos generales de las ramas del derecho civil, constitucional, laboral, de familia, administrativo, mercantil y deontológico, las cuales son básicas y elementales para el adecuado ejercicio del Derecho, que cualquier profesional debe conocer para salir al mercado a defender con eficiencia y calidad a sus clientes, trabajar como funcionario público o ejercer como juez de la República, fiscal o defensor.
En cualquier área del derecho que se desempeñe, un abogado debe contar con los conocimientos esenciales para atender los retos profesionales. Esa es la enorme misión que tenemos. Por eso, quien pretenda sacar réditos del debate alrededor de este asunto y proponga sin sustento alternativas simplistas, como que el examen se convierta en una prueba laxa, con grados mínimos de conocimientos, estaría estimulando la proliferación de mala praxis profesional y faltas a los deberes de probidad y ética. La sociedad costarricense, cada vez más informada y analítica, no nos perdonaría las graves consecuencias de semejante irresponsabilidad.
En cuanto a la elaboración metodológica y didáctica, es oportuno añadir y destacar que contamos con profesionales en el campo de la pedagogía, filología y, por supuesto, en Derecho, que realizan un estudio profesional del examen siempre adecuado a los programas autorizados.
Contamos además con una Dirección Académica y un Comité de Excelencia conformados por expertos que revisan minuciosamente los contenidos y verifican todo el proceso. Sumado a esto, la Junta Directiva realiza una revisión permanente de los resultados con el fin de hacer las mejoras que se requieran respecto a la prueba.
Factores múltiples. En cuanto a los datos arrojados por los últimos exámenes, es necesario aclarar e insistir –como se ha reafirmado, por cierto, en sendos editoriales y comentarios de especialistas difundidos en los últimos días– en una realidad irrefutable que también debe llamarnos a reflexión: los resultados negativos obtenidos por una buena cantidad de estudiantes no son atribuibles a uno solo de los diversos actores vinculados a este asunto.
La consciente y adecuada preparación para la prueba, así como también las bases académicas recibidas a lo largo de la carrera universitaria son fundamentales para obtener un resultado positivo y lograr la aprobación del examen. Estos dos elementos son determinantes y en tal sentido no es objetivo ni justo endilgar al Colegio de Abogados toda la responsabilidad en este aspecto. El Colegio es una entidad que hace esfuerzos significativos para garantizar a la sociedad profesionales de calidad, con la debida formación ética que exigen los ciudadanos.
Reafirmamos nuestra disponibilidad para revisar junto a las universidades, expertos en este tipo de evaluaciones y otros sectores, lo que podamos mejorar en este campo.
Finalmente, no olvidemos nunca que el examen de incorporación del Colegio de Abogados no es un fin en sí mismo, sino un medio para mejorar la calidad y profesionalismo de nuestros abogados frente a un mundo tan competitivo y de tanta exigencia. Costa Rica así lo exige y el Colegio seguirá respondiendo ante esa obligación.
El autor es presidente Junta Directiva del Colegio de Abogados.