Las enfermedades cardiovasculares y el cáncer constituyen las dos primeras causas de muerte en Costa Rica, producen una gran carga por enfermedad y, adicionalmente, le quitan alrededor de 10 años de vida saludable a nuestra población.
Comenzar un nuevo año implica la adopción de una serie de propósitos que nos permitan marcar una senda en nuestra vida, y en esta lista debemos poner en primera línea nuestra salud física, mental y espiritual.
Sabemos lo que nos hace daño y somos conscientes de que el abuso y el exceso en las comidas cargadas de grasa, sal y azúcar, así como el estrés, el sobrepeso, la obesidad, el sedentarismo y el consumo de alcohol, tabaco y otras drogas nos hacen vulnerables a sufrir tanto estos como otros padecimientos.
La última encuesta de Vigilancia de Factores de Riesgo Cardiovascular llevada a cabo por la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), y dada a conocer recientemente, demuestra cómo algunos de estos factores están aumentando en Costa Rica y cómo otros empiezan a descender lentamente, gracias a los esfuerzos que se están haciendo mediante diversas estrategias de comunicación y salud pública.
Pero aún no es suficiente. Estos pasos deben ser más rápidos y firmes para que realmente podamos modificar las cifras de morbilidad y mortalidad que tanto afectan a la población.
Propósitos saludables. Por ejemplo, se puede asumir como meta mantener bajo control la presión arterial y los niveles de azúcar en la sangre. Para ello es necesario bajar de peso, reducir el consumo de sal y de alcohol, eliminar todas aquellas actividades que nos generan estrés, tomar un vaso de agua adicional al día, hacer actividad física en forma permanente e incluir en la dieta más frutas, verduras y legumbres.
Ya sabemos que el conocimiento no basta para la adopción de hábitos, es preciso buscar motivaciones especiales que nos permitan alcanzar ese objetivo.
Ya algunos sistemas de salud de naciones desarrolladas están suscribiendo acuerdos con sus pacientes para comprometerlos con el abandono de prácticas de vida que ponen en riesgo la salud y en su lugar adoptar aquellas que permitan una sociedad más sana.
Alcanzar la meta puede ser sencillo si asumimos el compromiso con nosotros mismos y una manera de hacerlo es tomando en cuenta los siguientes consejos:
• Haga un plan detallado de lo que quiere alcanzar y por qué.
• Hágalo por pasos y vaya celebrando los pequeños éxitos.
• Recuerde, los objetivos deben ser concretos, medibles y deben tener una fecha específica. Por ejemplo: a partir del 4 de enero empezaré a realizar caminatas diarias de 30 minutos, comeré una fruta al día hasta alcanzar cinco diarias y dejaré de fumar o buscaré ayuda en las Clínicas de Cesación de Fumado.
• Cuente sus metas a otra persona: amigos, familiares, vecinos, compañeros de trabajo y conocidos, eso le ayudará a su cumplimiento.
• Piense en todas las cosas buenas que obtendrá si alcanza el objetivo.
• Dese una recompensa cada vez que da un paso en pos de su meta, pero ojo, cuidado se pone una que más bien le haga dar un paso atrás.
• Es importante que deje constancia de sus progresos en una agenda, un diario o en cualquier documento o dispositivo electrónico.
Tomemos la decisión ya, pues nadie lo hará por nosotros, pues, como dice el refrán, mañana puede ser demasiado tarde. Año nuevo, vida nueva: Salud 2016.
La autora es la presidenta ejecutiva de la CCSS.