Llama la atención cómo algunas personas hacen un uso indebido de términos adoptados en los años 90 del siglo pasado para identificar las unidades básicas que prestan los servicios de salud a las personas.
Esa utilización inapropiada de conceptos es lo que les ha servido a quienes ideológicamente creen que la salud es un asunto privado y no público para atacar a la CCSS.
Son los mismos que atacan a Oscar Arias y a su administración. Por ello me atrevo a aclarar los términos y su implicación para que nadie caiga en el engaño.
Al adaptarse el Modelo Readecuado de Atención Integral de Salud, las autoridades en aquel momento procedieron a dividir territorialmente el país. Lo que conocíamos como “clínicas” pasaron a llamarse “áreas de salud”.
Estas se dividieron en “sectores”, donde se ubicaron los conocidos Equipos Básicos de Atención Integral de la Salud (Ebáis), responsables de prestar servicios en el primer nivel de atención.
El Ebáis está integrado, fundamentalmente, por un médico general, un auxiliar de enfermería, un asistente técnico de atención primaria, un asistente técnico de registros médicos y un técnico en farmacia. Cada sector debe ser atendido, al menos, por un Ebáis.
Por lo anterior, no es apropiado decir que los Ebáis “se construyen”; lo correcto es decir que se conforman. Debe hacerse la diferencia entre lo que es un Ebáis y la sede donde este trabaja.
Asimismo, en el 2006 se conformaron 26; en el 2007, 32; en el 2008, 19; en el 2009, 12; y en el 2010, 17. En total, 106. Más aún, en el 2009 se firmó la adjudicación para la conformación de más de 30 nuevos Ebáis cuya ejecución se inició en el 2011 con la administración Chinchilla.
En el gobierno de Oscar Arias, la CCSS construyó 25 sedes para Ebáis y 6 sedes para puestos de visita periódica.
Es obligatorio aclarar que estas sedes responden a diversos prototipos arquitectónicos de acuerdo con las necesidades de las comunidades donde están ubicadas. Por ejemplo, están los tipo 1 (para un Ebáis), tipo 2 (para dos Ebáis), tipo 3 (para tres Ebáis), etc. Por tanto, en una misma sede es común encontrar que alberga a más de un Ebáis.
Lo que resulta paradójico es que quienes atacan la labor de la CCSS y demandan reducir la atención médica a la población (promoviendo menos personal) son al mismo tiempo quienes critican a la administración Arias por no conformar más Ebáis.
Parecen desconocer lo que esto implica: la contratación de una mayor cantidad de funcionarios administrativos y profesionales en salud. Esto no es solo una contradicción ideológica sobre lo que pregonan, sino que, además, revela que su principal y verdadero interés es atacar tanto a Oscar Arias como el trabajo que efectúa la CCSS, con fines politiqueros.
La autora fue gerenta médica de la CCSS.